Los 'marrones' de los ministros: el máster, un globo sonda y 400 bombas

Desde que los miembros del Gobierno tomaron posesión de sus cargos hace cien días han tenido que lidiar con la dimisión de Màxim Huerta, la creación de un sindicato de trabajadores sexuales y el revuelo por el anuncio de la subida al impuesto del diésel.

Margarita Robles, ministra de Defensa.
Margarita Robles, ministra de Defensa.
Efe

El próximo 14 de septiembre se cumplen cien días desde que tomaron posesión de sus carteras los miembros del Gobierno y en ese tiempo, al margen de la gestión estrictamente relacionada con sus respectivos ministerios, algunos de ellos han tenido que lidiar con polémicas mediáticas y "marrones" varios.

Una semana duró Màxim Huerta al frente del departamento de Cultura y Deporte hasta que tuvo que dimitir al trascender que había defraudado a Hacienda 218.000 euros, convirtiéndose así en el ministro más breve de la democracia.

Desde entonces ha habido otros miembros del gabinete cuya dimisión ha solicitado la oposición, como el titular de Agricultura, Luis Planas, hasta que fue desimputado de un delito ecológico por una trama de robo de agua en el entorno de Doñana; o la titular de Justicia, Dolores Delgado, por sus declaraciones sobre cómo defendería el Ejecutivo al juez Pablo Llarena ante la Justicia belga.

El máster

Pero más allá de esas polémicas que pueden considerarse "normales" en el debate político, ha habido otros casos que han dado a algunos ministros un protagonismo no deseado en los medios de comunicación.

El último incendio, que parece lejos de apagarse, ha sido la información de eldiario.es sobre presuntas irregularidades en el máster que la ministra de Sanidad, Carmen Montón, cursó en 2011 sobre estudios de género, organizado por el Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos, el mismo de los polémicos cursos de postgrado de Cristina Cifuentes y Pablo Casado, que se están investigando en sede judicial.

"No todos somos iguales", ha dicho la ministra, empeñada en diferenciar su caso de los de los dos políticos del PP.

Montón ha dado explicaciones públicas negando esas irregularidades, aunque eldiario.es insiste en ellas y la oposición considera que no ha aclarado suficientemente el asunto.

Un gol por la escuadra

A finales de agosto, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, reconoció que la aprobación por parte de la Dirección general de Trabajo de un sindicato de trabajadoras sexuales suponía uno de los disgustos "más gordos" de su vida profesional.

"Me han colado un gol por la escuadra", dijo entonces la ministra, que ha recurrido a la Abogacía del Estado para que anule ese sindicato, cuya aceptación por el departamento choca con el proclamado feminismo del Gobierno y que ha provocado la dimisión de la directora general que firmó la autorización.

El globo sonda

Otra de las banderas enarboladas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez es su carácter ecologista y a eso apeló el presidente del Gobierno cuando anunció en una entrevista radiofónica el 3 de septiembre que el proyecto de presupuestos contemplaría una subida del impuesto al uso del diésel, ante el reto del cambio climático.

Ese mismo día, pocas horas después, la ministra de Industria, Reyes Maroto, aseguraba que no había nada decidido al respecto; "Se ha hecho un globo sonda en torno a esa tasa", dijo la ministra sin que nadie le hubiera avisado de que su jefe acababa de anunciarla.

Por la tarde, ya sabiendo lo que había dicho Sánchez, dijo que sus declaraciones se habían sacado de contexto y -como no podía ser de otra manera- apoyó "plenamente" lo que había anunciado el jefe del Ejecutivo.

400 bombas y cinco corbetas

Septiembre comenzó con la noticia de que el Ministerio de Defensa había paralizado la venta de 400 bombas de precisión a Arabia Saudí ante la posibilidad de que fueran usadas contra la población civil en Yemen.

Los trabajadores de Navantia en San Fernando de Cádiz empezaron a movilizarse ante el temor de que los saudíes cancelaran como represalia la compra de cinco corbetas encargadas al astillero.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, en su comparecencia del lunes en la correspondiente comisión del Congreso, se esforzó en desvincular el asunto de las bombas del de las corbetas, quiso tranquilizar a los trabajadores de Navantia y aseguró que el Gobierno no les dejará en la estacada.

Además, puntualizó que la venta de las polémicas bombas está en fase de estudio pero no suspendida, y añadió que el Ejecutivo tiene la obligación de analizar con serenidad los contratos firmados con terceros países en el marco del respeto a los derechos humanos y a las resoluciones de la ONU.

En resumen, estos son algunos de los entuertos más llamativos en los que se han visto involucrados varios de los miembros del Gobierno cuando no hace ni cien días desde que estrenaron sus carteras.

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