Allí donde goza de mayoría absoluta, el Senado, el PP reprobará a la titular de Justicia. Los populares convertirán en asunto de batalla política la rectificación del Gobierno en la defensa del magistrado Pablo Llarena en Bélgica. Este martes exigieron la dimisión o el cese de Dolores Delgado por su reticencia inicial a amparar al juez del Tribunal Supremo frente a la demanda de Carles Puigdemont y cuatro exconsejeros catalanes huidos. En caso de no sea destituida, advirtieron de que emplearán su fortaleza en la Cámara alta para censurar a la ministra.

No sólo eso. En el plano de lo meramente político, el PP reclamó al Ejecutivo de Pedro Sánchez un ejercicio de humildad tras sus "bandazos". Virajes que atribuye a un "pacto oculto" con los partidos independentistas. "Muchos españoles somos Llarena, se ha ofendido a la mayoría (.) y exigimos disculpas públicas al juez", planteó Dolors Montserrat como portavoz de los populares en el Congreso.

En la Cámara baja el PP ya instó a Delgado a comparecer, aunque finalmente fue la ministra la que hoy pidió intervenir en la Comisión de Justicia para explicar sus gestiones en defensa, insistió, "de la soberanía e inmunidad jurisdiccional de los tribunales españoles". El Congreso será, además, el escenario del encuentro entre el presidente del PP, Pablo Casado, y las asociaciones de jueces el 3 de septiembre. Los populares celebran que la presión de estas organizaciones haya hecho mella en el Gobierno.

El cambio

El jueves el Ministerio de Justicia diferenció entre blindar la jurisdicción española y defender a Llarena por unas declaraciones de "carácter privado". Pero en la madrugada de hoy Pedro Sánchez desterró esa distinción. "No es una cuestión privada, sino de Estado", zanjó el presidente en Santiago de Chile.

En todo caso, fuentes gubernamentales, según EFE, descartaron que Delgado haya perdido la confianza del jefe de Ejecutivo. Es más, enmarcaron la propuesta de reprobación en la "liguilla de derechas" que el PP juega con Ciudadanos.

Desde el luego, en esta controversia el Ejecutivo se ha ganado las críticas de toda la oposición. De las fuerzas del centroderecha, por cuestionar en un principio la defensa de Llarena. Y de sus socios, incluido el PNV, por rectificar.