Cientos de personas han levantado hoy cartulinas amarillas para trazar un lazo amarillo en la plaza de la Vila de Gràcia, diez meses después del ingreso en prisión del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y del presidente del grupo de JxCAT en el Parlament y expresidente de la ANC, Jordi Sànchez.

En el transcurso de la concentración, convocada por las entidades independentistas Òmnium y ANC (Asamblea Nacional Catalana), los asistentes han coreado consignas como "Os queremos en casa", "Libertad", "No estáis solos" y "Libertad presos políticos".

Las pancartas más vistas, repartidas por los organizadores, rezaban: "Ni prisión ni exilio, os queremos en casa", "República es libertad" y "Libertad presos políticos".

El vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, y el miembro del secretariado nacional de la ANC David Minoves han tomado la palabra en los parlamentos que han seguido a esta acción.

Mauri ha instado al Gobierno presidido por Pedro Sánchez a actuar para que la Fiscalía retire los cargos contra los independentistas en prisión preventiva, y ha denunciado la que considera "una vergüenza y una injusticia".

Este otoño, cuando lleguen los que ha calificado como "juicios de la vergüenza", tocará "arremangarse y bajar a la calle" para denunciar la actuación de un Estado que, en su opinión, "vulnera derechos y libertades".

Mauri ha criticado "la vergüenza en la que se ha convertido la Justicia española", y ha afirmado que "la lucha antirrepresiva debe ser un instrumento y una palanca para seguir avanzando en derechos sociales".

David Minoves, por su parte, ha secundado la petición a Fiscalía para que retire los cargos contra los presos y los dirigentes fugados de la Justicia, y ha señalado: "Sin libertad no hay normalidad. Sin libertad no hay diálogo".