Emergencia migratoria

El Gobierno español pide a la UE más ayuda frente a la creciente llegada de inmigrantes.

Emmanuel Macron y Pedro Sánchez, durante su reunión en La Moncloa.
Emmanuel Macron y Pedro Sánchez, durante su reunión en La Moncloa.
Afp

España ha pedido a la Comisión Europea ayuda de emergencia frente a la creciente llegada de inmigrantes a través del Mediterráneo. Mientras tanto, la presión sobre las costas españolas se está convirtiendo en arma política. La crisis migratoria exige más medios y un replanteamiento de las políticas

La cuestión migratoria se ha impuesto como tema central, al menos de cara a la opinión pública, en los primeros dos meses de Pedro Sánchez en la Moncloa. La acogida de los más de 600 inmigrantes del buque Aquarius y el incremento del tránsito en el Mediterráneo camino a las costas españolas le han dado todo el protagonismo a una crisis que el Gobierno ya denomina como «emergencia». Ayer mismo, Bruselas confirmó que «España ha pedido asistencia de emergencia adicional, que hemos recibido y estamos analizando». Tanto ocupa el centro de la escena política que ya es uno de los ejes de la pugna entre partidos. Así, mientras la secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, criticaba el discurso de Pablo Casado, Albert Rivera, de visita a Ceuta, pedía al Gobierno que se deje de «buenismos».

La presión migratoria sobre Europa va cambiando de ruta en cada momento según las circunstancias. Si no pueden llegar por una vía, lo intentarán por otra. Ahora le toca a España. Y Pedro Sánchez, que actuó con sensibilidad al acoger el Aquarius, tiene que lograr el acuerdo de la oposición para forjar un pacto de Estado y mayor colaboración de Marruecos. Es necesario reforzar la vigilancia y habilitar espacios para dar una acogida digna a los inmigrantes mientras se decide sobre su situación. Y tan importante como todo esto es articular un mecanismo para repartir entre todos los países europeos el esfuerzo necesario para gestionar la emergencia. Es evidente que el destino de los que llegan no es específicamente España, sino Europa. Por ello, este no es un problema de España, sino de Europa.