Una derrota parlamentaria

El rechazo del techo de gasto en el Congreso evidencia la debilidad del Gobierno.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el centro, durante el pleno del Congreso del 27 de julio.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el centro, durante el pleno del Congreso del 27 de julio.
Juan Carlos Hidalgo / Efe

El revés parlamentario que sufrió ayer el PSOE, al rechazar el Congreso la propuesta de techo de gasto, muestra claramente la debilidad política del Gobierno y bloquea el camino para la aprobación de los Presupuestos de 2019. La dificultad para lograr un acuerdo con las fuerzas políticas que apoyaron su investidura deja a Sánchez con el único respaldo de sus 84 diputados, una situación inestable que siembra dudas sobre la continuidad de la legislatura.

El Ejecutivo tendrá una segunda oportunidad para conseguir la aprobación del techo de gasto en septiembre. Pero las posibles negociaciones para obtener los apoyos parlamentarios necesarios se presentan muy complicadas. El PP y Ciudadanos, que reclaman la convocatoria inmediata de elecciones, no tienen ningún interés en apuntalar la estabilidad del Gobierno; y, además, la política de Sánchez de relajar el esfuerzo para el control del déficit chocaría con la disciplina presupuestaria que ha sido la máxima de los populares para eludir tensiones financieras. En cambio, Unidos Podemos y ERC, que apoyaron la investidura de Sánchez, le exigen ahora que aparque por completo las políticas de austeridad, lo que iría en contra de las normas europeas. Y totalmente inasumibles resultan los requisitos del partido de Puigdemont, el PDECat, que pide concesiones a sus planteamientos soberanistas.

Previsiblemente, el techo de gasto sería rechazado, en todo caso, en el Senado, donde el PP cuenta con mayoría absoluta, pero su derrota en el Congreso adquiere mayor significación política, pues evidencia la debilidad de Pedro Sánchez a la hora de emprender cualquier iniciativa efectiva. El bloqueo de los Presupuestos no hace imposible, en principio, la continuidad del Gobierno, ya que podrían prorrogarse los de 2018. Pero la situación precaria en la que se encuentra Sánchez, apoyado solo en los 84 diputados del PSOE, parece indicar que resultará muy difícil agotar la legislatura.