El reto del Partido Popular

Cospedal, que perdió en las elecciones primarias, ha dado su apoyo al representante de una generación más joven.

Imagen de archivo de María Dolores de Cospedal junto a Pablo Casado.
Cospedal apoya a Casado como una "magnífica opción" para presidir el PP

El PP apura las últimas jornadas antes de elegir, entre Sáenz de Santamaría o Casado, a su nuevo líder tras la salida de Rajoy. Cospedal, que perdió en las primarias, ha dado su apoyo al representante de una generación más joven. No obstante, al margen de los respaldos puntuales, el auténtico reto del partido del centro-derecha español es volver a conectar con su electorado natural.

A pesar de ser la secretaria general y la persona que ha controlado el PP durante los últimos diez años, Dolores de Cospedal fue la gran perdedora de las primarias celebradas entre la militancia hace diez días. Hubo voto de castigo al aparato del partido. Por ello, el respaldo que ayer le dio a la candidatura de Pablo Casado es de valor incierto. Los hechos son que la triunfadora de las primarias fue Soraya Sáenz de Santamaría y que Casado se quedó a corta distancia. La exvicepresidenta ha reclamado una candidatura unitaria, sin que el otro candidato le haya dado el sí. Sea como fuere, lo seguro es que el nuevo líder del PP tendrá que llevar a cabo cuanto antes un amplio reposicionamiento político que le permita recobrar el contacto con su electorado natural.

A Sáenz de Santamaría le avala su trayectoria como vicepresidenta del Gobierno y también su condición de mujer. A cambio, su perfil ha estado siempre alejado de lo orgánico. Casado representa la renovación generacional, aunque se le asocia en exceso con José María Aznar y pende sobre su cabeza la posible irregularidad de su máster. Así las cosas, ambos candidatos siguen cosechando apoyos antes del congreso extraordinario que comienza el próximo jueves. Pero lo importante para el PP no es la posición que adopte cada figura de la aristocracia del partido respecto a los candidatos, sino elegir al que tenga más posibilidades de reconstruirlo como una fuerza unida, sólida, moderna y con un discurso atractivo.