Regeneración a través de las elecciones

El PNV votará a favor de la moción de censura a Mariano Rajoy por el caso Gürtel. Si no hay cambios de última hora, el PSOE sumará hoy mayoría. No obstante, la misma exigencia de dignidad que le ha llevado a Pedro Sánchez a censurar al PP por la corrupción le obliga a llamar a las urnas para dar a España un Gobierno estable y coherente.

Sánchez demostró ayer que se precipitó al presentar una moción de censura sin pactar antes los apoyos y el programa. Se presentó ante el Congreso de los Diputados simplemente con la propuesta de echar a Rajoy de la Moncloa. Su único compromiso concreto, con el objetivo obvio de ganarse el apoyo del PNV, fue que respetará los Presupuestos del PP si gana la moción, a pesar de que el PSOE votó en contra de ellos hace tan solo nueve días. Su compromiso difuso, para lograr el voto de los secesionistas catalanes, fue restablecer el diálogo "entre el Gobierno y el nuevo ‘Govern’". Y su promesa aún más ambigua es que convocará elecciones, sin concretar cuándo.

La salida al actual ‘impasse’ se complica, pues, extraordinariamente. A la resistencia de Rajoy a asumir responsabilidades tras la sentencia del caso Gürtel se suma ahora la interesada precipitación de Sánchez. El líder del PSOE se ha equivocado al poner sus intereses particulares por delante de los generales del país. No obstante, la aritmética parlamentaria le puede llevar hoy a ganar la moción con los votos de los independentistas de Cataluña y del País Vasco y los del PNV.

Llegados a este punto, es obligación de Sánchez rematar con cordura esta moción dando la palabra a los ciudadanos cuanto antes. Con 85 diputados no tiene legitimidad popular para ponerse a gobernar desde la Moncloa. Y menos aún con el sostén de los partidos que han violentado la ley para romper el país. Ni tiene capacidad de gobernar con el apoyo exclusivo de su partido, más diezmado que nunca en su representación parlamentaria, ni puede actuar con el apoyo de fuerzas que se mueven en contra de los intereses de los españoles. La moción de censura sí que le legitima para jurar el cargo de presidente del Gobierno e inmediatamente convocar elecciones. Si no lo hace, se arriesga a ser víctima de sus propios socios. En este sentido, es necesario abordar cuanto antes una reforma electoral que garantice la gobernabilidad del país sin depender tanto de las minorías nacionalistas.

Rajoy no reaccionó como debía tras la sentencia judicial. Pero eso no da más legitimidad a un ‘gobierno Frankenstein’ (PSOE, Unidos Podemos, Compromís, ERC, PDECat, PNV y Bildu). España tiene tres prioridades: afianzar la recuperación económica, gestionar el desafío secesionista y regenerar el escenario político. Es una tarea ardua que requiere un gobierno con la autoridad y la legitimidad que otorgan las urnas.