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  • Heraldo

La ruindad de ETA

ETA anunciará su disolución el primer fin de semana de mayo
ETA.

ETA, derrotada por la acción policial y judicial del Estado de derecho y por el cerco al que las fuerzas democráticas sometieron a su entorno, continúa con su particular operación de desmontaje. Una estrategia cuyo objetivo no es ni pedir perdón sinceramente por sus crímenes ni reparar los daños causados ni reconocer que el terrorismo nunca tuvo justificación. Lo que pretende la banda terrorista al planificar sus últimos pasos es dejar a sus herederos políticos una imagen de sí misma que les resulte asumible y presentable, de manera que puedan seguir sacando partido, en la nueva etapa, de la insufrible violencia ejercida durante décadas. Para ello, manipulan la realidad, insistiendo en hablar de un supuesto ‘conflicto’ en el que sus crímenes quedarían subsumidos. En el colmo de la ruindad, se permiten establecer distingos entre sus víctimas, para pedir perdón únicamente a quienes "no tomaban parte en el conflicto". El comunicado, en definitiva, aunque evidencia que ETA está a punto de desaparecer para siempre, no es sino un instrumento propagandístico deplorable. Los demócratas deben insistir en que el final del terrorismo tiene que suponer su absoluta deslegitimación; y en que es necesario esclarecer todos los delitos y juzgar a todos cuantos los han cometido. Solo así empezará a cerrarse una página negra.