Efectivos de la Policía Nacional detuvieron este miércoles en Barcelona a los dos mossos que acompañaban a Carles Puigdemont cuando fue arrestado el domingo por la mañana en Alemania. Ambos están siendo investigados por encubrimiento al ayudar al huido en su fuga.

Xavier Goicoechea Fernández, miembro de la Unidad de Escoltas de la policía autonómica y supuesto experto en contravigilancias, fue capturado a las 13.00 en las inmediaciones de su domicilio en la localidad barcelonesa de Vilassar de Mar. Carlos de Pedro López, policía de base, fue arrestado a las 12.45en el aeropuerto de El Prat apenas bajó del avión de Vueling que le trajo de Bruselas a Barcelona.

Los dos, que fueron los conductores de la 'Renault Espace' desde Waterloo a Finlandia y vuelta, fueron detenidos por efectivos de la Comisaría General de Información, la misma unidad que, junto al CNI, siguió durante el pasado fin de semana todo el periplo del vehículo.

Apenas las autoridades alemanas comunicaron a la División de Cooperación Internacional de la Policía la filiación de los cuatro acompañantes de Puigdemont, el Ministerio del Interior denunció los hechos ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que el martes abrió las diligencias de investigación por un delito de encubrimiento. De forma paralela, la Consejería de Interior de la Generalitat, controlada desde la aplicación del artículo 155 por el departamento que dirige Juan Ignacio Zoido, abrió un expediente disciplinario a los funcionarios para determinar si han incurrido en alguna irregularidad por ayudar en la fuga.

Más allá de las responsabilidades profesionales, los dos funcionarios se enfrentan a un pena de hasta tres años de cárcel, que les podría llevar a la inhabilitación absoluta o durante un largo periodo. El artículo 451 del Código Penal contempla un castigo de seis meses a tres años de prisión al que, "con conocimiento de la comisión de un delito y sin haber intervenido en el mismo como autor o cómplice" interviniere, entre otras acciones, "ayudando a los presuntos responsables de un delito a eludir la investigación de la autoridad o de sus agentes, o a sustraerse a su busca o captura".

A esta misma pena podría enfrentarse las otras dos personas que acompañaban a Puigdemont el domingo y que, en principio, no han vuelto a España. Se trata del empresario Josep María Matamala Alsina, amigo íntimo del expresident y convertido en una suerte de mecenas del huido; y Josep Luis Alay Rodríguez, un articulista del diario Ara, profesor de historia contemporánea del Tíbet y Mongolia en la Facultad de Geografía e Historia en la Universidad de Barcelona.