Fractura independentista

La decisión del presidente del ‘Parlament’, Roger Torrent, de aplazar el pleno de investidura hasta nueva orden enfrenta a los partidos secesionistas. Aplazando la sesión sin avisar, ERC lanza el mensaje de que no van a violar otra vez la ley por un Puigdemont que ni siquiera da la cara.

Por primera vez desde las elecciones del 21 de diciembre en Cataluña, Esquerra planta cara a la antigua Convergencia (hoy PDECat). El presidente del Parlament, el republicano Roger Torrent, ha suspendido el pleno que debía, desafiando al Tribunal Constitucional, investir a Puigdemont como presidente; y desde ERC se ha insinuado que ha llegado el momento de buscar una alternativa al fugado. Junts per Catalunya y la CUP se sienten traicionados por Esquerra, pero algunos sectores del propio PDECat creen que ya es hora del pragmatismo y de prescindir de Puigdemont.

Veremos en los próximos días si esta fractura dentro del independentismo sigue creciendo o se cierra. No obstante, es tan intenso el forcejeo entre el expresidente y ERC que no se puede descartar que Puigdemont se enroque: o soy elegido o mis diputados fieles (unos catorce) no votarán a otro presidente y se tendrán que repetir las elecciones, que es precisamente lo último que Esquerra quiere, porque sus encuestas empeoran. La tensión en Cataluña ha vuelto a dispararse en los últimos días porque se está dirimiendo quién toma el mando en la Generalitat. Y ahí están chocando los partidarios de la investidura de Puigdemont a toda costa y quienes dan prioridad al final de la aplicación del artículo 155. Mientras tanto, la normalización de la comunidad autónoma sigue sin llegar ni en el plano social ni en el económico.