El Congreso aplaza la decisión sobre la posibilidad de cambiar su nombre

Se esperará a tener el informe jurídico que determine si es competente para ello.

Foto de archivo del Congreso de los Diputados
Pleno en el Congreso de los Diputados
Agencias

La Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados ha aplazado este martes la votación de una iniciativa que propone cambiar el nombre de la Cámara Baja por ser sexista, a la espera de que los servicios jurídicos elaboren un informe sobre su competencia para aprobar una modificación de estas características.

La proposición no de ley, impulsada por Compromís, insta al Gobierno a que en el momento en el que se lleve a cabo una reforma abierta de la Constitución se incluya el cambio de la denominación para que pase a llamarse exclusivamente "Congreso" sin el añadido "de los Diputados".

Según la diputada de Cs Patricia Reyes, la Mesa del Congreso, de la que es secretaria cuarta, ha expresado en su reunión de esta mañana dudas sobre si la aprobación de esta iniciativa podría estar afectando a sus competencias.

Dudas que se han planteado durante la Comisión de Igualdad, cuya presidenta, la socialista Pilar Cancela, ha decidido finalmente con el consenso de todos los grupos parlamentarios posponer la votación hasta tener el informe jurídico que determine si es competente para ello.

Por el mismo motivo se ha aplazado también la iniciativa del PSOE que pide que en la próxima reforma del Reglamento de la Cámara se incluya la obligación de respetar el principio de paridad en todos los órganos parlamentarios, para que las personas de cada sexo no superen el 60% ni sean menos del 40%.

Durante el debate de ambas proposiciones, todos los grupos se han mostrado favorables a aprobarlas para avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres, en lo que consideran que el Congreso debe ser ejemplar.

"Necesitamos que el Congreso y todas las instituciones sean ejemplo de la inclusión", ha defendido la diputada Marta Sorlí, de Compromís, en la defensa de la proposición no de ley de su partido.

Ha incidido en que, al igual que "no existe el Ayuntamiento de los Concejales ni el Senado de los Senadores, no tiene sentido que exista el Congreso de los Diputados".

La iniciativa de Compromís reclama además que el Congreso se comprometa a utilizar un lenguaje no discriminatorio en los trabajos parlamentarios, para lo que Unidos Podemos ha propuesto, a través de una enmienda transaccional, un calendario.

Ese calendario establece el primer trimestre de 2018 para que el Congreso forme a su personal funcionarial y el resto del año "para ponerlo en práctica", ha señalado María Isabel Salud, de Unidos Podemos.

En su opinión, "no hay que tener miedo ni reservas" a que el lenguaje del Congreso recoja la igualdad entre hombres y mujeres.

Aunque Cs se ha mostrado favorable, su diputada Marta Martín ha precisado que la denominación del Congreso no es competencia exclusiva de la Comisión de Igualdad, así como será necesario contar con expertos para la formación del personal de la Cámara, porque "no debe ser un grupo parlamentario el que redacte e imponga un manual de estilo".

Tanto Juan Giménez, del PSOE, como María José García-Pelayo, del PP, han apoyado también la proposición, el primero por considerar que no se puede permanecer impasible ante el "uso machista" que se hace del lenguaje para dar a conocer la actividad parlamentaria, y la segunda porque el Congreso debe ser ejemplo en materia de igualdad.

García-Pelayo ha expresado, no obstante, sus dudas también sobre las competencias de la Comisión de Igualdad para aprobar la iniciativa.

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