Esta semana, el dueño de una funeraria de la capital aragonesa fue interceptado por los servicios de seguridad de la Ciudad de la Justicia cuando intentaba acceder a los juzgados con una pistola de fogueo en un maletín. El hombre se enfrenta a una multa de entre 600 y 30.000 euros por una infracción grave.

Hasta el pasado octubre, cualquier persona mayor de edad podía adquirir un arma de este tipo en una armería, pero la regulación se endureció hace unas semanas "por razones imperiosas de seguridad ciudadana", según especificó el Ministerio del Interior en una orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El texto legal afirma, sin ambages, que en los últimos años se ha producido en España "un aumento alarmante" del empleo de este tipo de armas en ámbitos cercanos a la delincuencia e incluso en la comisión de delitos violentos. Además señala que muchas de las armas detonadoras intervenidas por Policía Nacional y Guardia Civil habían sido manipuladas para poder disparar munición real, por lo que resulta necesario adoptar medidas respecto a la adquisición, tenencia y uso. Este mismo domingo, la Guardia Civil ha informado de la desarticulación de una trama de tráfico de armas que se dedicaba a transformar armas detonadoras para efectuar fuego real, en una operación que se ha llevado a cabo en una veintena de provincias españolas, entre ellas Zaragoza, y que ha supuesto la detención de 26 personas.

El endurecimiento de la norma realizado en octubre es tal, que hasta las personas que dan la salida de pruebas deportivas con un disparo al aire, deberán acreditarse como tales.

La normativa cambia para las nuevas adquisiciones, pero también afecta a las compras ya realizadas. De hecho, si usted tiene un arma de fogueo en casa debe saber que antes del próximo abril tiene que acudir con ella hasta una oficina de Intervención de Armas de la Guardia Civil y legalizar su situación. Según explicó el sargento José María García, oficial al mando de la Intervención de Armas que laGuardia Civil tiene en el zaragozano barrio de Casablanca, hasta ahora, cuando una persona mayor de edad adquiría una de estas pistolas, muy difíciles de distinguir de las reales si no se las observa de cerca, las tiendas estaban obligadas a registrar el modelo y el nombre del comprador y lo incluían en un fichero que trasladaban al Instituto Armado. Pese a este trámite, el sargento indicó que "no es posible determinar las armas detonadoras que hay en Aragón", algo que cambiará a partir de ahora.

El nuevo marco legal

El sargento de la Guardia Civil valoró que, con los recientes cambios, las pistolas de fogueo y las reales "casi quedan equipararlas" en la legislación. Ahora se autoriza la tenencia de detonadoras solo para finalidades muy concretas: el adiestramiento profesional de perros, las filmaciones cinematográficas y de artes escénicas, los espectáculos públicos, las actividades recreativas y con fines de coleccionismo.

Ahora los compradores tendrán que acreditar alguna de estas condiciones a la hora de adquirir un arma mediante justificantes otorgados por federaciones deportivas, autoridades competentes en el caso de espectáculos y extras de cine o el documento que autoriza a los coleccionistas. En una situación especial se quedan los cazadores que, sin ser adiestradores profesionales, las utilizan para enseñar a sus perros (la finalidad es que acostumbrar a los animales a las detonaciones). De acuerdo con la Guardia Civil, estos deportistas deberán acudir también a los despachos de Intervención pero, al ser titulares de permisos de armas de fuego, se les autorizará a tener de fogueo.

La opinión de las armerías

Los armeros consultados coinciden en que apenas notarán cambios, ya que no vendían demasiadas pistolas de este tipo. "La mayoría de los compradores las adquieren para tenerlas como objeto de decoración", comentó JesúsAntonio Torres, dueño de la armería Torres, en Zaragoza. "Nosotros apenas las vendíamos y desde que supimos que iban a endurecer la tenencia, las dejamos de traer", explicó Vicente, uno de los responsables de la armería Liso, también en la capital aragonesa.

"Estamos muy de acuerdo con la medida y no entendemos cómo han tardado tanto en ponerla en marcha.Todo lo que sea en beneficio de la seguridad común es bienvenido para nosotros", agregó este armero. El sargento García señaló que ya hay personas que se están acercando a la Intervención de Armas para interesarse por el nuevo marco legal y adaptarse a él.