El pacto de Estado por el agua... ¿En dique seco?

Los expertos advierten de que el cambio climático complicará las soluciones y la incertidumbre pesa sobre 3,47 millones de hectáreas de regadío.

La balsa de regulación de la comunidad dentro del término municipal de Lalueza.
La balsa de regulación de la comunidad dentro del término municipal de Lalueza.
PATRICIA PUéRTOLAS

La ausencia de lluvias y las altas temperaturas que soportan varias comunidades reabren el debate sobre la vulnerabilidad del país ante la sequía, lo que contrasta con la falta de acuerdos políticos para lograr un pacto nacional del agua.

Los expertos advierten de que el cambio climático complicará las soluciones y la incertidumbre pesa sobre 3,47 millones de hectáreas de regadío, que aportan casi el 60% de la renta agraria nacional.

Para Cooperativas Agro-alimentarias, alcanzar un gran pacto nacional del agua debe ser una de las prioridades de la legislatura.

Defiende la creación de un foro sectorial que aborde estudios que "mejoren la ya eficiente utilización de los recursos no convencionales, como la desanilización y la reutilización de aguas regeneradas, para seguir cooperando en un uso sostenible del agua". Dicho foro tendría que aportar propuestas viables de futuro para todas las comunidades autónomas, añade.

"La contaminación política del agua está dificultando que se hable del plan hidrológico nacional" y los trasvases se consideran hoy como un "tabú", según Andrés del Campo, presidente de la Federación Nacional de Regantes (Fenacore), que adhiere a casi 700.000 agricultores.

La legislación garantiza que "el agua es de todos; no de quien la tiene más cerca" pese a las lecturas "localistas", afirma Del Campo, quien se muestra partidario de avanzar en las interconexiones ambientalmente sostenibles y utilizar mejor las aguas regeneradas y desaladas.

Pide, además, facilidades para que los agricultores puedan ceder sus recursos, en épocas de escasez, a zonas donde los ingresos pueden multiplicarse hasta por diez.

El presidente de Asaja, Pedro Barato, echa en falta "un debate serio y sosegado" para "poner encima de la mesa" alternativas sobre las infraestructuras necesarias y cómo optimizar los recursos, "se llame PHN, plan nacional de agua o como se tenga que llamar".

Barato rechaza debates estériles sobre "trasvases sí, trasvases no", porque el problema debe abordarse de modo global para "saber qué queremos hacer con el agua" y "después llegarán las soluciones".

El responsable estatal del Área de Agua de COAG, el almeriense José Antonio Moreno, cree que hoy no habría déficits en ninguna zona del país si hubiese una correcta planificación nacional del recurso.

En Almería, por ejemplo, los agricultores recurren a acuíferos, aguas depuradas y desaladas pero según Moreno piden mantener aportes externos -del Tajo-Segura y del embalse del Negratín (Granada)-; abrir nuevas vías (como la conexión con la presa de Rules); ampliar la desaladora de Balanegra y aprovechar para regadío la balsa del Sapo (Las Norias).

Mientras, la situación en el Segura "es dramática", tanto para los regadíos que dependen de este río, "en situación de alerta por sequía", como para los dependientes de los aportes del Tajo, con recursos menguantes, precisa desde UPA Murcia, Marcos Alarcón.

Los embalses de cabecera del Tajo (Entrepeñas y Buendía) están en un "nivel 3" ahora, pero podría llegar en poco tiempo al "4" -por debajo de los 368 hm3-, lo que paralizaría 'de facto' los trasvases.

En el Campo de Cartagena, la coyuntura es aún peor, porque la extracción de unos 1.000 pozos -con un potencial de 100 hm3 al año- está prohibida, en un contexto de alta salinidad y nitratos.

"Pensamos igual que hace 20 años" porque no se toman medidas, pese a los grandes avances en tecnología para desalar agua o tratar las residuales, apunta desde Unión de Uniones Ernesto Blasco.

Según Blasco, Alicante y su área metropolitana depuran el agua "de una de las mejores maneras que se hace a nivel europeo, pero en su inmensa mayoría se va al mar, a pesar de que está pagada por todos los ciudadanos en sus recibos (canon de depuración)".

El profesor emérito, rector honorífico y catedrático emérito de la Universidad de Alicante, y portavoz del Foro Pro Agua, Antonio Gil Olcina, lamenta que desde el plan hidráulico de 1933 no se ha logrado ningún gran consenso: "El problema del agua en España no es físico sino político, de falta de acuerdo entre partidos".

En referencia al Tajo, defiende que "hay mucha agua en este río", si se hace una planificación adecuada: "El convenio vigente con Portugal exige a España garantizar una aportación de 2.700 hm3 de agua al embalse de Cedillo, pero "se entrega el triple" ahora.

A su juicio, los trasvases "moderados y sensatos", bajo criterios sostenibles y ambientales, "son absolutamente posibles" y hasta "deseables".

Carlos Benítez Sanz, portavoz del Foro para la Ingeniería de Excelencia (Fidex), que agrupa a las 11 principales compañías del sector, recuerda que la Directiva Marco de Aguas de la Unión Europea establece 2027 para lograr el buen estado de las aguas, que incluye la ausencia de sobreexplotación de masas subterráneas.

Para entonces, España tendrá que haber corregido tales problemas, bajo riesgo de recibir fuertes sanciones, detalla Benítez.

Deben estudiarse todas las opciones para garantizar recursos: transferencias 'inter' o "'ntra-cuenca', desalación, reutilización o 'mix' de las anteriores, desde una perspectiva 'técnica, holística y sin prejuicios', teniendo en cuenta la viabilidad económica, efectos ambientales, sectoriales y territoriales, concluye.

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