Un hombre de 43 años, de nacionalidad ecuatoriana, ha asumido este lunes 14 años y dos días de cárcel por dos delitos continuados de tenencia y distribución de pornografía infantil, dos delitos de exhibicionismo y provocación sexual y dos delitos de abusos sexuales a dos menores, que eran familiares suyas.

El acusado, que fue detenido en Londres donde se había fugado y fue extraditado por orden del Juzgado número 3 de Palencia, iba a ser este lunes juzgado en la Audiencia Provincial de Palencia, pero finalmente ha llegado a un acuerdo de conformidad con el Ministerio Fiscal.

El Ministerio Fiscal pedía una pena global de 23 años por todos los delitos que presuntamente había cometido cuando las niñas aun no tenían 13 años, y de forma continuada entre 2013 y 2014.

Delitos que el acusado habría cometido "movido por su ánimo libidinoso", y "aprovechando el respeto que le tenían las niñas", ya que las dos niñas son familiares, porque está casado con una hermana de la madre de una de ellas y es primo carnal de la madre de la otra.

En su escrito de acusación, el Fiscal relata que el acusado, que fue denunciado por las familias de las menores, se aprovechaba de la confianza que tenían las niñas para "efectuar tocamientos con ánimo libidinoso a las dos niñas" cuando se quedaban en su domicilio o cuando él iba a los domicilios de las menores, diciéndoles que no dijeran nada a nadie.

Además, les mostraba fotografías y vídeos de contenido pornográfico, incluidas de menores desnudos, "para cuya elaboración se ha valido en alguna ocasión de las dos menores", según el escrito del Fiscal.

El Fiscal solicitaba por todo una pena de 23 años, cuatro meses y dos días para el acusado, como presunto autor de dos delitos de abusos sexuales continuados cometidos a dos menores, dos delitos continuados de tenencia, producción y distribución de material pornográfico de menores y dos delitos de exhibicionismo y provocación sexual.

Finalmente, ha asumido una pena de 14 años de cárcel y una vez cumplida la pena, la medida de libertad vigilada de ocho años y la prohibición de acercarse y tener contacto con las menores durante ocho años y un día, además de abonar 15.000 euros a sus víctimas.