Cifuentes anuncia que quiere liderar el PP de Madrid y superar la etapa Aguirre

Cristina Cifuentes ha hecho oficial su voluntad de presidir el PP de Madrid con un proyecto de partido que devuelva la ilusión a los militantes, avance en la regeneración democrática y recupere la credibilidad ante la "desmoralización, vacío de poder y parálisis" que quedó tras la "deserción" de Esperanza Aguirre.

Para anunciar su candidatura, Cifuentes ha reunido a la gestora del PP regional, que ella presidía desde que Aguirre anunciara su dimisión -justo hoy hace un año-, y les ha dicho que dimitía para garantizar un proceso limpio y sin interferencias.

Después de doce meses al frente del partido de manera provisional y de no haber querido desvelar si optaría o no al cargo -siempre se remitía a Julio César y repetía, 'Cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente'-, hoy, dos días después del Congreso nacional del PP, ha dado el paso.

"Ya hemos llegado al río, y quiero cruzar el puente", ha dicho, entre los aplausos de los miembros de la gestora, que hasta el congreso regional quedará en manos de Juan Carlos Vera.

Su decisión, largamente meditada y que había comunicado tanto a Mariano Rajoy como a María Dolores de Cospedal, se apoya en un proyecto de partido que busca que los militantes y afiliados "recuperen la ilusión" y salgan "con la cabeza alta" tras el "vacío de poder" que produjo la "deserción" de Esperanza Aguirre e Ignacio González hace un año.

Justo es lo que ella ha querido hacer desde la gestora durante estos doce meses, "desatascar, conseguir sacar al partido de esa situación de desmoralización, vacío de poder y parálisis en la que se encontraba" y conseguir que los militantes "se sintieran orgullosos de pertenecer al PP, tras una situación difícil" del partido.

Por eso, su proyecto busca lograr un PP "fuerte, honesto, cercano, trabajador, honrado", en el que sus dirigentes tengan claro que están "para servir a los ciudadanos y no para servirse de ellos".

De ahí que, si es nombrada presidenta, quiera obligar a toda la nueva dirección a firmar el Código Ético que ella fijó para su Gobierno y para el grupo popular en la Asamblea de Madrid, porque "la tolerancia cero con la corrupción es para nosotros mucho más que una frase: es un principio irrenunciable".

Sabiendo que encontrará críticas a su candidatura, ha señalado que su proyecto de partido va "a la par" que su proyecto para el Gobierno de la Comunidad de Madrid.

En este sentido, cree que puede compaginar ambos cargos, convencida de que una "bicefalia" no sería buena ni para el Ejecutivo regional ni para el partido. "En el momento actual, y gobernando en minoría, una bicefalia podría generar distorsiones no tanto en el día a día, sino en el proyecto", ha defendido.

Y también ha salido al paso de las primeras críticas recibidas -días antes de anunciar su candidatura- por las fechas elegidas para el congreso, el primero de los tres fines de semana que permiten los estatutos, lo que ha hecho que varios dirigentes del PP madrileño le reprochen que otro candidato que quieran plantarle cara no tendría tiempo para hacer una campaña y darse a conocer.

"Quienes, en algún momento, hayan podido plantearse el concurrir como candidatos a presidir el Partido en Madrid han tenido desde el 16 de febrero de 2016 hasta ahora mismo para preparar una candidatura. No hay ventajas ni atajos para nadie", les ha respondido