Diputados y senadores facturaron algo más de 7 millones en viajes en un año a medio gas

2016 fue un año anormal en la política española, de poca actividad con un gobierno en funciones y dos legislaturas.

Una imagen del pleno del Congreso de los Diputados
Una imagen de archivo del pleno del Congreso de los diputados.
Efe

El año pasado fue un año muy agitado en el escenario político. Incierto. 2016 dejó para la Historia una legislatura de menos de cuatro meses de duración y un Gobierno que estuvo en funciones durante más de 300 días. La actividad parlamentaria fue, en consecuencia, muy limitada, aunque esta circunstancia no hizo que la siempre abultada factura de los viajes de Sus Señorías se hiciera algo más discreta. De acuerdo con los datos facilitados por el Congreso de los diputados y el Senado en sus apartados de transparencia, en 2016 las Cámaras tuvieron que pagar algo más de 7 millones de euros por los desplazamientos nacionales e internacionales de diputados y senadores.

Más de la mitad de la factura de viajes le corresponde al Congreso. La Cámara baja pagó en torno a 4,8 millones de euros por los viajes que realizaron los diputados entre enero y diciembre. Los trimestres con mayor gasto fueron el primero y el último del año: en ambos se superaron el millón de euros. Dentro de la partida de viajes, el mayor importe está representado por los desplazamientos de los diputados dentro del territorio español. Los viajes por España de los parlamentarios alcanzaron el año pasado los 3,7 millones de euros. Este importe, según aclaran fuentes de la Cámara, “incluye los gastos de gestión, de cancelaciones y de cambios, así como billetes emitidos pendientes de utilización”.

El Congreso establece diferencias entre los viajes que son por actividad parlamentaria y aquellos que tienen naturaleza política, que alcanzaron los 278.585 euros el pasado ejercicio.

Igual modus operandi se sigue en el Senado. Los viajes dentro del territorio nacional supusieron menos importe en el caso de la Cámara Alta, pero aun así superaron la barrera de los 2  millones de euros anuales.

Según lo establecido en la Constitución, los periodos de sesiones van de septiembre a diciembre y de febrero a junio. El año pasado, las Cortes Generales se constituyeron el 13 de enero y fueron disueltas por el Rey el 4 de mayo. Volvieron a constituirse el 19 de julio, fecha en la que dio comienzo la legislatura actual, en la que por fin se consiguió formar gobierno, el 22 de octubre, tras un gobierno ‘interino’ de diez meses de duración.

Visitas parlamentarias a cerca de 40 países

El mandato parlamentario llevó a los diputados y los senadores hasta países situados a miles de kilómetros de España. En total, ambas cámaras organizaron alrededor de 100 viajes oficiales al exterior a cerca de 40 Estados. Fue la Cámara Baja la más activa en este aspecto, con 77 ‘expediciones’ al extranjero a 34 países diferentes. Los viajes más caros para las arcas del Congreso fueron los que se realizaron a la ciudad francesa de Estrasburgo con motivo de la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa. A lo largo del año se enviaron varias delegaciones durante tres o cuatro días cuyo coste individual rondó los 100.000 euros y, en algún caso, por ejemplo, en el que se realizó entre los días 10 y 14 de octubre, los superó.

Por su parte, el Senado organizó en 2016 un total de 21 viajes oficiales a 13 países entre los que se encuentran países cercanos como Francia, Bélgica o Marruecos, y otros a varios miles de kilómetros como Mongolia, México o Chile. Este último desplazamiento fue el que supuso mayor importe para las cuentas de la Cámara Alta: supuso un desembolso cercano a los 37.400 euros.

Este viaje tuvo lugar entre los días 24 y 26 de abril y fue realizado por el presidente del Senado, Pío García-Escudero; el secretario general de la Cámara, Manuel Cavero, y dos cargos más de la institución. El motivo del viaje fue representar a España en el funeral de Estado del expresidente chileno Patricio Aylwin.

El IX Encuentro Parlamentario Asia-Europa (ASEP) que se celebró entre el 11 y 22 de abril en Ulán Bator fue el segundo viaje más caro: se saldó con 21.666 euros en gastos. En esta ocasión viajaron hasta Mongolia el vicepresidente primero de la Cámara, el expresidente riojano Pedro Sanz; el vicepresidente segundo, Joan Lerma; y la secretaria general adjunta de la Cámara.

Cambio en el sistema del Congreso

El mes pasado, la Mesa del Congreso acordó modificar el régimen económico de los gastos de manutención y desplazamiento generados en los viajes oficiales de los diputados. Se sustituyó el sistema de dietas por el de reintegro de los gastos efectivamente producidos y debidamente justificados, “con el límite de 150 euros por día en desplazamientos al extranjero y 120 euros diarios para viajes dentro del territorio nacional”, según especifica la propia web del Congreso.

En las facturas de los viajes nacionales, añaden desde la Cámara Baja, está incluido, además del coste que generan los parlamentarios “el del personal administrativo que, en ocasiones, acompaña a la delegación”. En las salidas al extranjero se factura a parte.

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