Sánchez y Puigdemont buscan el "deshielo", pese a chocar por el referéndum

Ambos dirigentes se han reunido por espacio de una hora y quince minutos en el Palau de la Generalitat.

Pedro Sánchez y Carles Puigdemont
Pedro Sánchez y Carles Puigdemont
Efe

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente catalán, Carles Puigdemont, han escenificado este martes el inicio del "deshielo" en las relaciones con la Generalitat, en una reunión en la que, sin embargo, han constatado sus discrepancias sobre la idoneidad de un referéndum en Cataluña.


La reunión, de hora y cuarto, en el despacho del 'president' en el Palau de la Generalitat no ha servido para vislumbrar ningún acuerdo en concreto, pero sí para generar un clima de "diálogo" que ambas partes se han encargado de destacar, en contraste con las gélidas relaciones del Govern con el Ejecutivo de Mariano Rajoy.


Ha sido un encuentro prolífico en gestos, empezando por la cordialidad que han exhibido ambos al saludarse, sonrientes, en la galería gótica del Palau de la Generalitat. En una conversación posterior con periodistas, Sánchez ha reconocido que le ha sorprendido positivamente la actitud de Puigdemont y su predisposición al diálogo, e incluso ha dicho haber detectado en él "ganas de entendimiento".


Uno de los objetivos de Sánchez era dejar claro que si es investido presidente del Gobierno tenderá la mano a la Generalitat y evitará la tirantez en las relaciones entre ambas instituciones que ha presidido el mandato de Rajoy.


La 'consellera' de la Presidencia, Neus Munté, ha "agradecido el gesto" de Sánchez al solicitar este encuentro, que crea un "marco de diálogo para normalizar las relaciones" entre el Govern y el Estado. Esa es, según ha destacado Munté, "una primera diferencia" entre Rajoy y Sánchez: "Hay voluntad de hablar y de establecer sinergias de diálogo, que son positivas y que hemos echado en falta en los últimos años".


Desde el punto de vista de los contenidos, en cambio, no han ido más allá de constatar sus diferencias en el proceso soberanista.


Puigdemont le ha asegurado que el Govern mantiene "absolutamente inalterable" su hoja de ruta hacia la independencia, por lo que no contempla una implicación del soberanismo en la reforma de la Constitución, un proyecto "claramente insuficiente" para Cataluña.


En lo que se ha mostrado más vehemente el 'president' es en trasladarle el "malestar" del Govern por unas declaraciones del líder socialista en las que alertaba de posibles problemas de "convivencia" en Cataluña fruto del proceso soberanista. Fuentes de la Generalitat han explicado que en este punto Puigdemont se ha mostrado especialmente dolido y, por la respuesta obtenida, el 'president' ha constatado que Sánchez entiende que fue demasiado lejos en esa valoración y que no volverá a emplear esos términos, según han señalado las fuentes citadas.


Otra de las cuestiones que ha planteado Puigdemont es que para el Govern es prioritario que "el modelo de inmersión lingüística quede blindado" pese al acuerdo de legislatura entre el PSOE y Ciudadanos.


Puigdemont también ha pedido a Sánchez que el PSOE se posicione en contra del "juicio político" abierto contra miembros del anterior 'Govern' por la consulta del 9N del 2014.


Por su parte, Sánchez ha destacado que la reunión abre la "etapa de deshielo" entre la Generalitat y el Estado y ha hecho un llamamiento al "diálogo", aunque ha rechazado de plano un referéndum soberanista. "A mi juicio, el orden de los factores sí altera el producto. Puigdemont quiere votar para romper, pero yo quiero lo contrario: acordar y después votar" una nueva Constitución y un nuevo Estatut, ha señalado Sánchez, que ha recalcado que "dentro de la Constitución y la legalidad" está "dispuesto a hablar de todo".


Ha abogado por la "reactivación" de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat, que no se reúne desde 2011 y que, para Sánchez, podría ser el escenario para "desbloquear muchos de los 23 puntos" de la lista que Artur Mas planteó a Mariano Rajoy en 2014, y ha reivindicado la reforma constitucional.


Posteriormente, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ha expresado sus dudas sobre si Sánchez ha aprovechado su reunión con Puigdemont para negociar "cosas inconfesables" con fuerzas independentistas en una "segunda vuelta" de contactos.


El portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, se ha mostrado "de acuerdo" con el mensaje que Sánchez ha transmitido a Puigdemont, en el sentido de que "cualquier cosa" se puede negociar "dentro de la legalidad", especialmente la financiación.


El portavoz de Catalunya Sí Que Es Pot, Joan Coscubiela, ha valorado por su lado positivamente el "diálogo", pero ha reprochado a Sánchez su "alergia" al derecho a decidir.

Desde la CUP, Albert Botran ha dicho que el encuentro constata la "disonancia" que hay "entre los ritmos y prioridades que tenemos en Cataluña con los que hay en el Estado español".

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