El Gobierno propone legalizar las devoluciones "en caliente" de inmigrantes irregulares

Según una enmienda al proyecto de ley de seguridad ciudadana presentada en el Congreso.

El grupo parlamentario popular ha propuesto legalizar las devoluciones "en caliente" de inmigrantes irregulares, según una enmienda al proyecto de ley de seguridad ciudadana presentada en el Congreso.


Una medida que, según el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, no supone legalizar las llamadas "devoluciones en caliente", que son "ilegales", sino de dar cobertura jurídica al "rechazo en frontera" de los inmigrantes que intentan alcanzar territorio español, se quedan en el entrevallado y no consuman su entrada.


El texto de la enmienda al proyecto de ley de seguridad ciudadana presentada por el PP en el Congreso señala que "los extranjeros que sean detectados en la línea fronteriza de la demarcación territorial de Ceuta y Melilla, intentando el cruce no autorizado de la frontera de forma clandestina, flagrante o violenta, serán rechazados a fin de impedir su entrada ilegal en España".


Fernández Díaz, en declaraciones en el Congreso, ha "negado la mayor" y ha querido dejar claro que no se trata de legalizar las "devoluciones en caliente" porque son ilegales, sino de respaldar un concepto, el rechazo en frontera, que se viene aplicando desde 2005 por parte de la Guardia Civil.


La enmienda del PP pretende que se añada una disposición adicional décima a la Ley Orgánica sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social y está justificada, según señala el grupo parlamentario, en la necesidad de responder a la singularidad geográfica y fronteriza que concurre en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.


Y añade en la justificación que esa singularidad queda "ejemplificada, entre otros, por el hecho de que constituyan las únicas fronteras terrestres de la Unión Europea en territorio africano y cuenten con un especial tratamiento en el ordenamiento jurídico comunitario".


Nada más conocerse el contenido de la enmienda, el ministro del Interior ha insistido en que no se trata de legalizar las devoluciones en caliente, y ha manifestado la necesidad de que la ley responda la realidad singular de las fronteras de Ceuta y Melilla, que no pueden controlarse de la misma forma que los aeropuertos.


Ha explicado que desde 2005, el año de la denominada crisis de las vallas, cuando se produjo una gran presión migratoria sobre ambas ciudades autónomas, la Guardia Civil, cuya misión en evitar la entrada irregular de inmigrantes, aplica "un concepto operativo de rechazo en frontera, y no de devolución en caliente, que es ilegal".


Tras indicar que la UE había pedido esa regulación, Fernández Díaz ha querido diferenciar entre rechazo en frontera y devolución en caliente y ha dicho que "para que se pueda devolver (un inmigrante), tiene que haber entrado".


En el caso que regula la enmienda, ha continuado el ministro, se trataría de personas que intentan entrar ilegalmente a través de la valla y no consuman su acción quedándose en el entrevallado.


Fernández Díaz ha resaltado que el rechazo en frontera debe hacerse compatible con el principio humanitario y, en este sentido, ha asegurado que la Guardia Civil intenta siempre que las personas que intentan entrar no sufran daño alguno.


Por ello, ha dicho, los agentes esperan a que los inmigrantes bajen de la valla sin hacer uso de medios disuasorios como pelotas de goma para que no sufran lesiones.