Juzgan a un acusado de contratar a un sicario para arrojar ácido a su exmujer

La víctima sufrió una tremenda quemadura en la cara que le ha dejado graves lesiones estéticas y psicológicas.

La Audiencia Provincial de Madrid juzga a partir de este lunes a un acusado de contratar a un sicario para arrojar ácido a su mujer y acabar así con su vida.


De este modo, Ozgur D. se sentará en el banquillo de los acusados por un delito de lesiones de gran deformidad, un delito de coacciones graves, otro de violencia psíquica habitual, uno más de robo con violencia y una falta de lesiones.


El Ministerio Público solicita para él 24 años de prisión. El acusado se sentará en el banquillo con Bryan Stevan C. A., cómplice necesario y autor material de la agresión, para el que la Fiscalía reclama 17 años de cárcel.


Según el fiscal, Ozgur D. contrajo matrimonio en 2007 con María de los Ángeles. Con el paso del tiempo la relación fue deteriorándose, hasta que en abril de 2012 la esposa le comunicó su intención de separarse. A partir de ese instante, el procesado le sometió a un estricto control de movimientos y relaciones personales, lo que causó en ella un permanente estado de angustia, ansiedad y desasosiego.


En todo momento la interrogaba sobre amistades y encuentros. Así, se enteró de que su mujer se desplazó a Denia a visitar a un amigo. Sin que se sepa cómo averiguó su dirección y teléfono, intentó hablar con él, y como no lo consiguió se puso en contacto telefónico con su jefe para informarle de que un empleado suyo estaba intentando romper su matrimonio.


En otra ocasión vio a su esposa en el coche de un amigo, les siguió y les abordó. En este momento, el procesado urdió un plan más ambicioso para obtener información acerca de la vida de su esposa.


Para ello contrata los servicios del colombiano Bryan Stevan C. A., en situación irregular en España. Con él acordó, a cambio de una cantidad de dinero, que abordara a su mujer en la calle. Debe hacerlo ocultando su rostro para que la víctima no pueda reconocerle, y ejecutar la acción de forma súbita y sorpresiva.


Así, el 29 de mayo de 2012, cuando María de los Ángeles salía de su trabajo, fue sorprendida por el cómplice de su esposo, quien, con la finalidad de obtener un beneficio económico ilícito, la agarró fuertemente por el cuello, intentó asfixiarla y le propinó un golpe en la cabeza. En esta ocasión le quitó el bolso con dos teléfonos móviles, documentación bancaria y un monedero.


Casi un mes después, el 20 de junio de 2012, cuando María de los Ángeles caminaba por la calle, se le acercó de nuevo Bryan Stevan con el rostro oculto bajo una gorra para acabar de cumplir el contrato pactado con Ozgur D., empeñado como estaba en dejar muy claro a su mujer el dominio que tenía sobre ella y que la relación solo acabaría cuando él así lo considerase.


De forma sorpresiva, sin darle la oportunidad de defenderse, Bryan Stevan arrojó a su rostro, y a muy corta distancia, el líquido corrosivo que llevaba en un recipiente. Como consecuencia de la agresión, la mujer sufrió una tremenda quemadura en la cara que le ha dejado graves lesiones estéticas y psicológicas.