Rosario Porto, la madre de la niña hallada muerta el pasado fin de semana en una pista forestal de un ayuntamiento próximo a Santiago, llegó a los juzgados de la capital gallega, con gesto serio, sobre las 8.10.

La entrada fue por el garaje y con un dispositivo formado por un furgón y varios vehículos de la Guardia Civil. Porto fue detenida el pasado martes, de una manera discreta, tras la ceremonia de cremación de su hija.

Un minuto antes de las ocho de esta mañana, había llegado a estos edificios judiciales, situados en el barrio compostelano de Fontiñas, el juez, José Antonio Vázquez Taín, que ha fijado el pase a disposición judicial desde primera hora de la mañana.

El periodista Alfonso Basterra, padre de la niña, llegó al juzgado a las 12.15, media hora después que su abogado, Roberto Goris, que no ha hecho declaraciones.

Escoltado por furgones y tres vehículos de la Guardia Civil, el acceso de Basterra fue también por el garaje.

Ambos están acusados de la comisión de un presunto delito de homicidio. La víctima fue sedada y asfixiada.