Despliegue de eléctricos para el futuro

La utilización generalizada de estos vehículos aún tardará unos cuantos años en llegar, pero los fabricantes están demostrando que ellos ya están preparados. Si uno imaginara por un momento que los modelos que pueden verse estos días en el Salón del Automóvil de Fráncfort son los que estamos utilizando ya en nuestras calles y carreteras, podría proclamar que ese futuro ha llegado. Pero no es así. Las firmas alemanas, acaso por su especial empeño en reivindicarse después del escándalo del ‘diéselgate’ protagonizado por Volkswagen -y que estalló hace justo dos años, después de las jornadas de prensa de esta misma feria-, o para responder al endurecimiento de los test europeos sobre emisiones, han desplegado aquí toda su artillería tecnológica para demostrar que están en condiciones de ayudar a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de modo inmediato. Otra cosa será la realidad. Las marcas germanas y las de otra treintena de nacionalidades presentes en Fráncfort se ocuparán mientras tanto del día a día vendiendo coches que generen ilusión y se puedan comprar ya en los concesionarios. Modelos que, con mayor o menor espectacularidad, brillan también en esta cita alemana, abierta a la prensa el pasado martes y al público desde el jueves y hasta el próximo domingo 24.

El Salón de Fráncfort, además de ser el escaparate de todo lo que está por venir, es -como ocurre siempre en los certámenes de estas características- el sitio idóneo para saber de los planes de los fabricantes. Matthias Müller, presidente de Volkswagen, anunció que el grupo comercializará 80 nuevos modelos híbridos y eléctricos en 2025 y que todas sus marcas tendrán una versión híbrida en 2030. En la misma línea, Daimler confirmó que todos los Mercedes tendrán una versión eléctrica o híbrida en 2022. El consejero delegado de Opel, Michael Lohscheller, apuntó que el Grandland X, el modelo SUV que presenta en Fráncfort, será el primer vehículo de Opel que se ofrecerá como híbrido enchufable. Dieter Zetsche, presidente de Daimler, planteó como presidente de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) una reducción del 30% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los turismos entre 2021 y 2030, "en línea con otros sectores industriales". Todos los directivos, en cualquier caso, señalaron que aunque el futuro será eléctrico el presente es la combustión. Y que para llegar a mañana hay que vender el coche de hoy.

Potencia alemana

Pero los automóviles son ilusión y los fabricantes saben cómo generarla. Quienes visitan el gigantesco pabellón de Mercedes Benz saben lo que es eso. Ahí se presentó el pasado martes con gran espectacularidad el Mercedes-AMG Project One, que hereda muchísima tecnología de la Fórmula 1 y tuvo como invitado de honor al acto al mismísimo Lewis Hamilton, piloto británico de alta competición de la firma. Con un motor de combustión y cuatro motores eléctricos que en conjunto desarrollan más de 1.000 caballos de potencia, dicen los expertos que conducir este ‘hypercar’ es como hacerlo literalmente en un F-1 biplaza. Compitiendo en fotogenia en el mismo pabellón está el Smart Vision EQ, un ‘concept car’ desarrollado por esta filial de Mercedes con tecnología eléctrica.

En el cercano pabellón de Volkswagen, la gama eléctrica estaba muy presente, especialmente entre vehículos de tamaño considerable. Destacan ahí dos coches de concepto (que saldrán o no al mercado) de gran belleza y mucha tecnología de la marca Audi: el Elaine Concept y el Aicon Concept, con autonomías de 500 y 800 kilómetros respectivamente. La marca Volkswagen, por su parte, exhibe el I.D. Crozz, que de alguna forma parece adelantar cómo pueden ser sus SUV eléctricos en el futuro, si bien de momento está apostando por un SUV compacto de nombre T-Rock. Skoda, la filial checa, también se apuntó a la tendencia eléctrica mostrando el Škoda Vision E, un eléctrico que promete 300 CV y 500 kilómetros de autonomía. La española Seat, finalmente, dio más protagonismo a un SUV (Sport Utility Vehicle) de tamaño compacto que competirá directamente con el Opel Crossland X y el Citroën C3 Aircross, los modelos de este segmento que se fabrican en la planta de Opel en Zaragoza. Se trata del Seat Arona, que sigue la estela del Ateca, con el que irrumpió la marca en la pugna por hacerse un hueco entre los ‘todocaminos’. Asentado sobre la plataforma del Ibiza, el Arona se pondrá a la venta en los próximos meses. Seat, por cierto, sigue preparando el lanzamiento de un tercer modelo SUV para el que ha abierto una competición sobre el nombre. El coche -con denominación española, por supuesto- se llamará finalmente o Allborán o Aranda, o Ávila o Tarraco.

La también alemana BMW está tirando la casa por la ventana en el Salón de Fráncfort exhibiendo fantásticos modelos, varios de ellos de concepto. En cuanto a coches eléctricos destaca el i Vision Dynamics, que perfila una berlina de futuro capaz de competir con los Tesla. Llamativos son también el nuevo X3, el Serie 8 concept y el X7 iPerformance Concept, que adelanta cómo será el inminente SUV de lujo que se presentará el próximo año. Aunque más revuelo causó entre la prensa el BMWZ4 concept, que estará en los concesionarios en la primavera de 2018.

Los fabricantes alemanes, es evidente, muestran un gran poderío en el que es su salón más emblemático, que se celebra cada dos años alternándose con el de París, cita en la que hacen lo propio las marcas francesas. De ahí que el de Ginebra (que se celebra todos los años en marzo) guste tanto por su neutralidad.

Sonadas ausencias

El poderío alemán llama más la atención este año por las sonadas ausencias de marcas de gran peso en el sector como Volvo, Peugeot, Nissan o las del grupo Fiat (con excepción de Ferrari, que ha desvelado la imagen de su flamante Portofino, que es capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en solo 3,5 segundos). Las japonesas y las coreanas no faltaron y acaso el hueco de las ausentes fue cubierto en parte por las emergentes (y aún desconocidas por aquí) marcas chinas.

Fuentes del sector entienden que haya marcas que prefieran ahorrarse el coste de estar en un salón como éste (que puede ser muy elevado) para apostar por otras acciones promocionales. Incluso apuntan que quizás resulte suficiente la celebración de un solo certamen europeo al año, que sería el de Ginebra.

De la nueva PSA están en el salón Opel, que además del Grandland X expone por primera vez -con éxito, ciertamente- una versión deportiva de su berlina Insignia, y Citroën, cuya apuesta principal es el SUVcompacto ‘zaragozano’ C3 Aircross.

Volver al suplemento de motor.