Machín, una opción condicionada

El técnico soriano, que intenta subir a Primera al Girona por segundo año consecutivo, no seguiría en el club catalán en caso de no lograr el ascenso.

Pablo Machín saluda a Lluís Carreras en la última visita del Girona al Real Zaragoza en La Romareda, en la que los gerundenses se impusieron 0-3, repitiendo en marcador de la promoción del año pasado.
Machín, una opción condicionada
Oliver Duch

Pablo Machín, entrenador soriano del Girona, es una opción que también contempla el Real Zaragoza para ocupar el banquillo del cuadro aragonés la temporada que viene. Machín, de 41 años, está inmerso en la final de la promoción de ascenso a Primera División, que disputa entre este miércoles y el sábado frente al Osasuna en un cara o cruz definitivo a ida y vuelta. Para que el entrenador moncaíno -nació en Gómara, a 20 kilómetros de la linde con Zaragoza, en el otro lado del Moncayo- esté a mano de ser fichado por el Real Zaragoza ha de darse una condición obvia: que el Girona no suba a Primera.


En ese caso negativo para los intereses del Girona, tras dos años jugando la promoción con los gerundenses, está prácticamente decidido que Machín no continuaría al frente del equipo de Montilivi, donde lleva dos temporadas y media como exitoso técnico (llegó a mitad de curso hace tres campañas, con los catalanes últimos en la tabla, y los salvó del descenso a Segunda B en una segunda vuelta sobresaliente). Evidentemente, si el Girona gana el último cruce al Osasuna y ocupa la tercera plaza de ascenso, Pablo Machín tiene garantizado su estreno en Primera División el año que viene con los rojiblancos, que también debutarían en la máxima categoría tras 86 años de existencia.


Puesto en pasiva, la posible llegada de Machín al Real Zaragoza, circunstancia ponderada en las últimas fechas, quedó aplazada el pasado domingo por la noche cuando el Girona eliminó al Córdoba en la ronda de semifinal de la promoción. Si el conjunto gerundense hubiese caído eliminado ante los andaluces, es probable que Machín fuese a estas horas ya el nuevo entrenador zaragocista. Su camino de futuro hubiese quedado expedito y, de haberse confirmado el punto final a su compromiso con el Girona y de haber llegado a un acuerdo deportivo-económico con la SAD blanquilla, es muy posible que el puzle de Juliá hubiese encontrado la pieza precisa para relevar a Lluís Carreras que con tanto mimo busca desde hace diez días.


La posible espera a Machín, que necesita imperiosamente del tiempo que marca la disputa de la fase de 'play off', puede estar ralentizando el proceso de búsqueda y decisión del Real Zaragoza en relación a la figura de su nuevo técnico. La prisa por empezar a diseñar el nuevo vestuario zaragocista, en el que aguarda una nueva revolución durante este verano, se entremezcla con la pausa que viene mediatiazada por determinadas cuestiones como esta. 


Pablo Machín Díez acumula casi 200 partidos en Segunda División desde que en 2011 debutara con el Numancia, club en el que jugó como lateral en Segunda B hasta que una grave lesión de rodilla le obligó a retirarse con solo 23 años. En el club numantino se formó durante una década como segundo de Enrique Martín (ahora su rival en la final de la promoción al frente del Osasuna), Gonzalo Arconada, Sergio Kresic y Juan Carlos Unzué, además de entrenar al equipo juvenil del cuadro soriano. En las temporadas 2011-12 y 2012-13 asomó en el fútbol profesional al frente de Numancia, donde sumó sus primeros 87 partidos como primer entrenador en un bloque que se movió en mitad de la tabla. En marzo de 2014 lo fichó el Girona a la desesperada, con los catalanes en la cola y abocados al descenso a Segunda B de no mediar una milagrosa reacción en los 13 partidos que restaban de liga. Y Machín logró sacar adelante esa misión con éxito, lo que le valió para renovar por dos temporadas con los gerundenses.


Dos campañas en las que ha metido al Girona en la promoción de ascenso. El año pasado, con mayor brillantez en la liga, logrando 82 puntos para ser al final, perdiendo el ascenso directo en el último minuto fatídico ante el Lugo y siendo derrotado después en la promoción por el Real Zaragoza en aquella histórica remontada aragonesa en Montilivi (1-4) tras el triunfo inicial de los rojiblancos en La Romareda por 0-3. Pese a ese triste final de curso, Machín fue nombrado mejor entrenador de Segunda División por la Liga de Fútbol Profesional. Y este año, con el Girona al final de la liga regular y, tras eliminar al Córdoba en semifinales del 'play off', con la opción de ascender el próximo sábado a Primera si supera al Osasuna de Pamplona. En total, Machín suma 104 partidos con los gerundenses, que serán dos más en apenas cuatro días: 193 en su periplo de cinco temporadas seguidas en la categoría de plata con el Numancia y el Girona en sus manos.


Narciso Juliá y Albert Valentín, los responsables del área deportiva del Real Zaragoza, han peinado un amplio espectro de los entrenadores disponibles para suceder a Lluís Carreras tras su fracaso en la recta final de la temporada al frente del club aragonés. Con algunos, el acuerdo ha sido imposible por decisión de los técnicos (Gaizka Garitano se fue al Deportivo de La Coruña la semana pasada para entrenar en Primera División y Lucas Alcaraz eligió el Elche, entre otros detalles, por su amistad con Ramón Planes, el director deportivo ilicitano), con otros se mantiene el estado de espera abierto para acelerar las conversaciones en cualquier momento (el aragonés Luis Milla, Fran Escribá, Joan Francesc Ferrer 'Rubi'...) y, en otros casos, se escrutan maniobras condicionadas a una resolución que depende de terceras circunstancias. La de Pablo Machín es una de ellas, sin estar tampoco asegurado que, aunque el soriano salga del Girona este próximo domingo, el Real Zaragoza sea su destino asegurado al cien por cien.

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