11-S 'Yo estuve allí'

"No sabía inglés, pero nos cruzamos las miradas y fue suficiente"

Este zaragozano de 34 años cambió Utebo por el Bronx para completar sus estudios universitarios. Recién llegado a Nueva York, fue sorprendido por la tragedia de aquel 11 de septiembre.

Jaime Simón en el puente de Brooklyn. Nueva York, 2001.
Jaime Simón: "No sabía inglés pero nos cruzamos las miradas y fue suficiente"
J. S.

Jaime Simón llegó a Nueva York el 2 de septiembre de 2001 para cursar un máster en Comercio Exterior que le garantizaría su ascenso en la empresa zaragozana de CINTASA.


Pocos días antes del terrible atentado, visitó la llamada 'zona cero', por entonces espléndida con sus dos torres gemelas alcanzando el cielo. Una vez allí hizo una primera ronda para poder contar a sus familiares y amigos "lo bonito que era todo", pero no tomó ninguna fotografía convencido de que tendría todo el tiempo del mundo para hacerlo. Quién iba a imaginar que dos días más tarde solo serían escombro...


El día del atentado, Jaime se encontraba en el Manhattan College, ubicado en el barrio del Bronx hispano, "una zona así pijilla en el norte de la isla", aclara. El rector suspendió inmediatamente las clases al conocerse la situación -que nunca estaba clara- y todos sus estudiantes fueron citados en los jardines de la universidad.


Desde allí, a casi 20 kilómetros de la tragedia -según sus cálculos aproximados- se dejaba ver ya una "impresionante columna de humo" que pronto se convertiría en una gran nube de polvo y ceniza. Pero según cuenta este zaragozano, no sería hasta las 11 de la mañana, momento en el que consiguió hablar con su familia en España, cuando se enteró "de toda la verdad". "Entonces mi nivel de inglés era el del colegio y muchas informaciones se me pasaban", explica. En ese instante, todo era un caos de sirenas que se encaminaban hacia el lugar del atentado.

La estación del Bronx


Junto a su piso, también ubicado en el Bronx, había una estación de bomberos a la que llegaban camiones de todo el extraradio, Machassusets y Nueva Jersey. Jaime confiesa que quedó "impactado" con la cantidad de carteles, fotografías y comentarios que decoraban la centralita en los días siguientes -aún antes de llenar la zona cero-. Muchos bomberos partieron hacia la zona del desastre sabiendo que no volverían. Fueron los auténticos "héroes de la tragedia", los héroes de Nueva York.


"A los cinco días llegaban camiones de todo Estados Unidos", recalca. Cuenta que un día, al pasar por la estación camino de la universidad, había cuatro bomberos en la calle a los que se acercó -sin dominar todavía el idioma- para agradecerles su esfuerzo. "Les di la mano a los cuatro. No sabía inglés, pero nos cruzamos la mirada y fue más que suficiente...", relata en tono melancólico.


Jaime reconoce que aquel 11 de septiembre fue un "shock" para todo el mundo. "Yo acababa de llegar y no era mi país, pero aun pasando allí, el sentimiento que tenía toda la gente -veías siempre a todos con sus banderitas y sus chapas por la calle... aquí y allá...- fue un sentimiento que recogí".


Pese a todo lo vivido aquellos días, la gran metrópoli también le ha traído gratos momentos. "Hace dos años volví con mi novia y le pedí matrimonio allí, en el puente de Brooklyn, para hacerlo más bonito", recuerda. Y todavía piensa volver, porque a pesar de la frialdad, las prisas y ese ritmo frenético que la caracteriza, Nueva York es una ciudad que le encanta porque está "llena de vivencias en cada esquina".