BALCANES

Bulgaria, Hungría y Croacia, primeros vecinos serbios en reconocer a Kosovo

"No lo hagáis, esto es un llamamiento". Con estas vehementes palabras con tintes de ruego pidió hoy el ministro serbio de Exteriores, Vuk Jeremic, al resto de países que no reconozcan a Kosovo como nuevo Estado, reiterando que su independencia unilateral viola la soberanía de Serbia. Sin embargo, la legitimación internacional sigue su curso lento pero imparable y este miércoles, por primera vez, se sumaron al grupo de países que han dado el visto bueno algunos muy cercanos al foco del conflicto, como son Bulgaria, Croacia y Hungría.


Los tres gobiernos señalaron en un comunicado que su decisión deriva de un "análisis concienzudo" de la situación. "Los tres países expresan su interés por desarrollar sus vínculos con una Serbia que mantenga buenas relaciones con sus vecinos, disfrute de crecimiento económico y siga por la senda europea", añadieron en el texto, en el que también resaltan la importancia de que se proteja a la minoría serbia en Kosovo, mínima parte de una población mayoritariamente de etnia albanesa.


Croacia, Hungría y Bulgaria, todos ellos miembros de la Unión Europea, instan a que se firme "lo antes posible" el denominado Acuerdo de Estabilización y Asociación entre Serbia y los ahora Veintisiete, de cara a que el país balcánico pueda incorporarse a esta organización. De hecho, el reconocimiento de estos Estados vecinos podría suponer un aviso a Belgrado de que Europa sigue dispuesta a avalar al nuevo Estado, pese a que no se pudo acordar una postura conjunta y países como España niegan su bendición.


Hasta la fecha, 29 países han reconocido a Kosovo, cuyo Parlamento declaró la independencia unilateral el pasado 17 de febrero. También hoy, Mónaco optó por este camino, según informaciones de la agencia 'Kosova Press'. Sin embargo, aún faltan decisiones cruciales por parte de naciones como Rumanía, Macedonia, Bosnia Herzegovina o Grecia, tradicional aliado de Belgrado.


Precisamente en Atenas se encontraba el ministro serbio de Exteriores, quien tras reunirse con su homóloga griega, Dora Bakoyanni, pidió respeto a la soberanía nacional a través del freno a los reconocimientos. "No lo hagáis, esto es un llamamiento", afirmó Vuk Jeremic ante la prensa, advirtiendo que aquellos gobiernos "que toman esta decisión no pueden tener buenas relaciones con Serbia".


"Veo con tristeza ahora que hay países de nuestra región que han reconocido o reconocerán", agregó Jeremic. "Yo digo, no lo hagáis. No toquéis la soberanía de Serbia reconociendo a Kosovo", pidió el ministro, en un mensaje que pese a lo reiterado de su emisión hoy adquirió un cariz de súplica.


Investigación en Mitrovica


El lunes, el serbio norte de Kosovo, concretamente la localidad de Mitrovica, registró violentos incidentes entre centenares de serbios y las fuerzas internacionales que se saldaron con la muerte de un policía ucraniano y decenas de arrestados y heridos. La Misión de la ONU en Kosovo (MINUK) optó por retirarse de la zona y hoy anunciaron la apertura de "investigaciones criminales relativas a los casos de asesinato e intento de asesinato".


El portavoz de la MINUK, Alexander Ivanko, subrayó que estas pesquisas se encuentran actualmente en la fase de recogida de pruebas, con la intención de llevar ante la justicia a parte de los manifestantes que se defendieron incluso con granadas y armas automáticas del desalojo de un tribunal de Mitrovica. Además, Ivanko anunció el regreso desde hoy de la Policía de Naciones Unidas, de tal forma que se reincorporará a unas labores de seguridad que durante dos días sólo contaron con la presencia de la misión de la OTAN (KFOR).


El Ministerio de Asuntos Exteriores español se refirió a los recientes episodios violentos en Kosovo, donde resultó herido un sargento de la Guardia Civil, para desmarcar la presencia española en las fuerzas internacionales de un "supuesto reconocimiento" por parte del Ejecutivo a Pristina. Así, en un comunicado el Departamento dirigido por Miguel ngel Moratinos recordó que las tropas y los policías se encuentran con un mandato del Consejo de Seguridad, del que "nadie discute la validez".

"Si se hubiera decidido retirar las tropas de KFOR y los policías de MINUK, España no podría ayudar como está haciéndolo ahora a alcanzar dos objetivos prioritarios: la estabilidad y la seguridad en el territorio y la seguridad de la población", advirtió el Ministerio.