El primer deportado por Londres a Ruanda fue voluntario

La inminencia de más deportaciones y la reducción de visados animan las expectativas de la política de Sunak.

Detención de una persona migrante por la Policía del Reino Unido dentro del marco del Plan Ruanda. El ministerio del Interior británico anunció este miércoles que ya ha detenido a los primeros migrantes indocumentados que serán enviados a Ruanda, como parte de un controvertido plan migratorio destinado a disuadir la inmigración ilegal al Reino Unido.
Detención de una persona migrante por la Policía del Reino Unido dentro del marco del Plan Ruanda. El ministerio del Interior británico anunció este miércoles que ya ha detenido a los primeros migrantes indocumentados que serán enviados a Ruanda, como parte de un controvertido plan migratorio destinado a disuadir la inmigración ilegal al Reino Unido.
EFE

Un africano que fue rechazado como refugiado a final de año por el Gobierno británico partió voluntariamente a Ruanda en la noche del lunes. Según el diario 'The Sun', el Ministerio de Interior le informó de que no tenía derecho a residir en el Reino Unido y que tenía la opción de ser deportado, con 3.500 euros para el coste de establecerse en el país de destino.

Unos 19.000 residentes ilegales fueron deportados del Reino Unido en el último año, pero el de este africano, que no ha sido identificado, es el primero que parte hacia el país con el que el primer ministro, Rishi Sunak, ha firmado un tratado de Migración y Desarrollo Económico. Se basa en el envío obligatorio a Kigali de todo inmigrante que ha entrado de manera irregular.

El Ministerio de Interior ha cometido errores con la dirección postal de los lugares en los que están acogidos los inmigrantes señalados para las deportaciones, pero el primer ministro prometió que comenzarán en julio. Se han publicado reportajes en los medios británicos que ponen en duda el estado de preparación de sus colegas ruandeses para acoger a los dos mil deportados previstos en las primeras semanas de ejecución del plan.

El plan de deportaciones fue diseñado por el Gobierno de Boris Johnson. Tropezó con el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para que despegase el primer avión, que iba a llevar a ocho personas a Ruanda. Pero, tras la aprobación en el Parlamento de la ley que permite a los ministros de Londres desobedecer las decisiones de la corte de Estrasburgo, se espera la pronta puesta en marcha del plan.

Reducciones

Sunak también prometió en diciembre una reducción anual de 300.000 inmigrantes legales, como consecuencia de la publicación de los datos de 2022, que registraron una inmigración neta de 745.000 personas, la mayor de la historia, según los registros. Los últimos datos indican que el Gobierno ha reducido el número de visados, aunque todavía no en las cifras prometidas.

Según las estadísticas del Ministerio, los estudiantes y sus familias y los empleados de la sanidad y la asistencia social, más sus familias, eran las fuentes de inmigración que provocaban el gran ascenso en las cifras. Para reducirlas, se prohibió desde enero traer a sus familias a los estudiantes no becados o que no trabajen como investigadores posgraduados.

El mismo criterio afectó en marzo a los extranjeros que reciben visados por el patrocinio de la sanidad pública y de las empresas de asistencia social. Se les prohibió traer a familiares dependientes. Desde enero, los visados para esos grupos han sido 139.100. En las mismas fechas de 2023, el Gobierno dio 184.000.

Los objetivos de la política migratoria de Sunak están en parte definidos por los más extremistas del grupo parlamentario conservador. Otros conservadores ponen en cuestión que las deportaciones a Ruanda disuadan a los migrantes que emprenden el arriesgado cruce del canal de la Mancha. Directivos de las universidades y de la sanidad pública advierten de los problemas que les están creando la reducción de visados.

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