Netanyahu asegura que Israel invadirá Rafah "con o sin acuerdo de alto el fuego"

Hamás estudia la propuesta de Tel Aviv y responderá en las próximas horas sobre una tregua de 40 días y el intercambio de cautivos por presos

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu (d), dijo este martes que el Ejército israelí entrará en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, para eliminar a los cuatro batallones
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu (d), dijo este martes que el Ejército israelí entrará en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, para eliminar a los cuatro batallones
Gobierno de Israel

El posible alto el fuego en Gaza se aleja tras el anuncio alto y claro de Benjamín Netanyahu sobre su intención de invadir Rafah "con o sin acuerdo" para un intercambio de cautivos por presos palestinos. "La idea de que detendremos la guerra antes de lograr todos sus objetivos está fuera de discusión (.) Entraremos en Rafah y eliminaremos allí a los batallones de Hamás, con o sin acuerdo, para lograr la victoria total", declaró este martes el primer ministro de Israel en una jornada en la que mantuvo una reunión con los socios ultranacionalistas sionistas de su Gobierno.

Estos socios amenazaron a Netanyahu con abandonar la coalición si pactaba con Hamás. Y la ventana para un cese temporal de las hostilidades que se había abierto en los últimos días con el reinicio de los contactos indirectos en El Cairo pareció cerrarse de nuevo. Hay que esperar a conocer la reacción de Hamás, cuya delegación estuvo el lunes en la capital egipcia con la propuesta de Israel a la que podría responder en las próximas veinticuatro horas.

Israel planteó su última propuesta a Hamás como un ultimátum, como "la última oportunidad", según funcionarios citados por la prensa local, antes del asalto de Rafah, ciudad en la que se refugian más de un millón de palestinos en plena frontera con Egipto. Los israelíes anunciaron que no enviarían a nadie a El Cairo hasta conocer la respuesta del enemigo y suspendieron la reunión del gabinete de guerra que tenía previsto analizar la marcha de los contactos.

Las filtraciones a distintos medios apuntan a que la propuesta israelí recoge un plan en dos fases que se iniciaría con una tregua de cuarenta días en los que Hamás debe liberar de veinte a 33 mujeres, ancianos y niños cautivos. A cambio, Israel excarcelará a más de cien presos de sus prisiones. Desde la pausa de una semana en noviembre, en la que liberaron a 105 rehenes, los islamistas nunca han aceptado propuestas de una tregua temporal y exigen el final de la guerra.

Israel no contempla esa opción y apela al uso máximo de la fuerza para intentar liberar a los cautivos y cazar a los cerebros del ataque del 7 de octubre pasado. El ejército asegura haber acabado con dieciocho de los batallones de Hamás, por lo que a los islamistas les quedarían seis batallones listos para luchar, cuatro de ellos en Rafah.

Visita de Blinken

Las palabras de Netanyahu sobre el asalto de Rafah se producen durante un nuevo viaje de Antony Blinken a la región. El secretario de Estado de EE UU se encuentra por séptima vez en la zona desde el 7 de octubre con el objetivo de impulsar el acuerdo y esta vez trata de presionar a Hamás, a quien le dice que la propuesta de Israel es "generosa". Los islamistas respondieron diciendo que "detener los ataques contra los palestinos no es generoso. El ataque en sí es un crimen, por lo que cuando se detiene un crimen, no se puede afirmar que es una acción generosa del lado israelí".

Netanyahu parece actuar ajeno a las palabras del presidente Joe Biden y Blinken, partidarios de priorizar la liberación de los cautivos. Estados Unidos, Catar y Egipto son los mediadores en el proceso negociador que inspira optimismo cada vez que Blinken llega a la región, aunque el enviado de Biden regresa siempre con las manos vacías a casa y sin alto el fuego a la vista.

No es fácil la negociación con Netanyahu, presionado en su propio gobierno por ministros de ultraderecha como el de Seguridad Nacional. Itamar Ben Gvir se reunió ayer con Netanyahu y, tras la cita, aseguró que el primer ministro le ha prometido que no pondrá fin a la guerra y que entrará en Rafah. "No habrá ningún acuerdo inapropiado", difundió en un vídeo publicado a través de sus redes sociales. "Le doy la bienvenida a todo esto. Creo que el primer ministro entiende muy bien lo que supondrá si esto no sucede", advirtió Ben Gvir.

En esa línea se mantiene también otro de los ministros extremistas, el titular de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien se saltó la reunión del gabinete para acudir a una convención de su partido, Sionismo Religioso. "Hemos llegado a una encrucijada en la que el Estado de Israel tiene que elegir entre una victoria decisiva o una derrota y la humillación", manifestó.

A su juicio, la propuesta de tregua que está sobre la mesa en El Cairo supone "ondear inequívocamente una bandera blanca y conceder la victoria a Hamás". Por eso, Smotrich asegura que está dispuesto a hacer todo lo posible para que ese acuerdo no salga adelante.

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