Una noche bipolar en Portugal

La noche electoral del Partido Socialista (PS) y la Alianza Democrática (AD) ha estado marcada por los sentimientos encontrados ante unos resultados tan ajustados que no se lo ponen fácil a nadie.

El líder de Alianza Democrática, Luís Montenegro
El líder de Alianza Democrática, Luís Montenegro
TIAGO PETINGA

De la celebración a la preocupación y del catastrofismo a la alegría, volviendo de nuevo a las visiones apocalípticas: la noche electoral del Partido Socialista (PS) y la Alianza Democrática (AD) ha estado marcada por los sentimientos encontrados ante unos resultados tan ajustados que no se lo ponen fácil a nadie.

Los únicos que lo tenían claro eran los ultraderechistas de André Ventura, que sabían que iban a tener un avance en estos comicios, que finalmente se confirmó, ya que han cuadriplicado el número de escaños.

En el hotel Epic Sana Marquês de Lisboa, donde AD pasó la noche electoral, todo el mundo se las daba de fiesta al comienzo del conteo cuando los resultados preliminares ponían por delante a esta coalición de centroderecha, liderada por Luís Montenegro.

La sala estaba a rebosar, con centenares de personas en pie en medio de un ambiente jovial que se fue ensombreciendo a medida que avanzaba el escrutinio y se evidenciaba el empate con los socialistas.

En medio de la espera, pero desde otra parte de la ciudad, el primer ministro en funciones, António Costa, anticipaba a la prensa en el hotel de los socialistas, que "probablemente" no se iban a saber los resultados finales hasta que lleguen los votos de los electores residentes en el exterior, de aquí a unos días; unas declaraciones que los presentes en el Epic Sana siguieron a través de pantallas de televisión.

"Oooooooh", lamentaron los conservadores, que después abuchearon a Costa, que no podía oírlos, cuando el jefe del Gobierno saliente recordó la alta inflación que registró Portugal en 2022, récord en 30 años.

Pasaban los minutos, el conteo avanzaba y los datos apuntaban al empate entre el PS y la AD. Ahí fue cuando los simpatizantes de AD y de Montenegro comenzaron a sacar las calculadoras y se escucharon frases como "si sumamos los tres diputados de Madeira estamos por delante" o "en Oporto lo vamos a perder".

Estallaron los aplausos cuando salieron los datos definitivos que apuntaban a la victoria del centroderecha por la mínima, aunque poco eufóricos cuando supieron que en su bastión en Oporto también tenían una victoria ajustada.

Alguno que otro le echaba la culpa a Alternativa Democrática Nacional (ADN), también de derecha, que protagonizó la polémica del día con AD, ya que algunos electores las confundieron a la hora de votar por tener siglas similares.

"Esta tontería de ADN nos quitó un montón de votos", decía un hombre por teléfono.

Mientras en 'el búnker' del Partido Socialista, en el Altis Grand Hotel -a 500 metros de la céntrica plaza Marqués de Pombal-, la decepción con los resultados era palpable, aunque se pasó de la frustración al alivio al ver que la diferencia de votos no era tan grande frente a AD.

Así en la sala donde los socialistas aguardaban a que saliera Santos los asistentes se daba alguna que otra palmada en la espalda, en medio de abrazos esporádicos y muchos murmullos, mientras muchos comprobaban las actualizaciones de los resultados electorales .

Cuando apareció, Santos fue recibido con aplausos y una emoción palpable: "El Partido Socialista será oposición", dijo el socialista, en una declaración acogida entre ovaciones y con muchos ojos vidriosos.

Otro ambiente totalmente diferente se vivía en el Hotel Marriott, donde el ultraderechista Chega se había instalado para esta noche.

Con 48 diputados, esta fuerza política ha superado las mejores expectativas, aunque los simpatizantes con los que conversó EFE aseguraron no estar sorprendidos.

Entre los presentes estaba Fernando Morteira, de 68 años, quien calificó los resultados de "excelentes": Explicó a EFE que fue militante del PSD durante 40 años, pero que optó por votar a Chega hace cuatro años a la espera de un cambio.

"Tiene que cambiar porque si no cambia pasa como España y de aquí a seis meses elecciones de nuevo", aseveró.

La ideología de género, el "desprecio" a las fuerzas de seguridad y el control bipartidista entre el PS y el Partido Social Democráta (PSD y una de las fuerzas que componen AD) fueron algunas de las razones por las que apoya a la ultraderecha.

Nuno Carvalho, candidato de Chega que no ha sido elegido, aseguró a EFE que están "muy felices" con los resultados de este domingo, porque "esto obliga a que AD sea obligado a negociar", aunque Montenegro ya ha dejado claro que no tiene intención de pactar con la ultraderecha.

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