El ideólogo neonazi austríaco Martin Sellner, provocador de las protestas contra la ultraderecha que desde hace dos semanas se producen casi a diario en Alemania, será expulsado de este país si trata de ingresar de nuevo con el objetivo de difundir sus planteamientos xenófobos. La Policía Federal ha añadido su nombre al banco de datos con personas que significan un peligro público para Alemania, según revela Spiegel Online. En el caso de fuera controlado por funcionarios germanos en la frontera de este país, los agentes podrían negarle la entrada, pero también proceder a su expulsión si es descubierto tras ingresar de manera desapercibida.

Líder del Movimiento Identitario, una organización joven europea de ideológica neonazi, Sellner es precursor de la llamada «remigración», la expulsión y deportación forzosa de millones de extranjeros y ciudadanos alemanes de origen migrante a sus países de origen, un plan que debatió con miembros del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en una reunión secreta en noviembre pasado en una villa en Potsdam. Esa cita, que fue revelada por el grupo de periodistas de investigación Correctiv recientemente, es la base para la posible actuación policial y la causa de las manifestaciones masivas contra AfD, que este sábado volvieron a repetirse en varias ciudades alemanas y que solo en Düsseldorf reunió a más de 100.000 personas.

De manera paralela a la posible actuación de la Policía Federal, la ciudad de Potsdam estudia en colaboración con las autoridades federales y del Estado de Brandeburgo, del que es capital, el dictado de una prohibición formal de ingreso en Alemania para Sellner, al que, según la legislación, había que llamar antes a declarar. El interesado, mientras tanto, anunció a través de su canal en Telegram que actuará contra esa posible prohibición por vía judicial. «No pienso anular por esa razón mis próximos compromisos en la República Federal de Alemania», afirma Sellner.

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Problemas con la medida

La libre circulación de ciudadanos en los países de la Unión Europea puede ser restringida según la ley «por razones de orden público, seguridad pública o salud pública». Sin embargo, los obstáculos para su aplicación se consideran relativamente altos. Es importante «que una medida de este tipo se ordene con seguridad jurídica y resista el escrutinio judicial», declaró a Der Spiegel el ministro del Interior de Brandeburgo, el cristianodemócrata Michael Stübgen. Potsdam anunció que está «en principio dispuesta a utilizar y apoyar todos los medios a su alcance en el marco del Estado de derecho para prevenir una amenaza contra la seguridad y el orden público».

La prohibición de ingreso de ultraderechistas y neonazis procedentes de otros países de la UE en Alemania es muy inusual, pero no carece de antecedentes. Las autoridades de Berlín impidieron en octubre de 2020 la entrada de un conocido islamófobo, que pretendía al parecer quemar un Corán en el barrio de Neukölln, donde residen numerosos musulmanes. No se permitió al ultraderechista abandonar el avión con el que aterrizó en la capital alemana y se le obligó a volver a Dinamarca. Cuando poco después intentó entrar en Alemania por carretera fue detenido y expulsado.

También la conocida ultraderechista española Isabel Peralta, líder del grupo de carácter fascista Bastión Frontal y que hace campaña xenófoba contra los migrantes norteafricanos, fue expulsada y obligada a retornar a Madrid tras aterrizar en el aeropuerto de Fráncfort en marzo de 2022. La activista, con contactos con el grupo neonazi alemán Tercera Vía, llevaba en su equipaje un ejemplar del libro 'Mi Lucha' de Adolf Hitler y un manual de la organización nazi de la Liga de Muchachas Alemanas, así como un llavero y una bandera con la esvástica, objetos cuya exhibición pública en Alemania están penados por la ley y puede ser castigado incluso con penas de prisión.

Martin Sellner, de 35 años de edad y cuyas cuentas en Facebook, Instagran y Twitter o X se encuentran bloqueadas por atentar contra las normas de los usuarios, fue detenido y expulsado de Reino Unido cuando intentaba entrar en el país en 2018. Un año después, las autoridades de Estados Unidos dictaban una orden de prohibición de entrada en el país contra Sellner tras conocerse que había recibido un donativo de Brenton Barrant, el autor de los atentados contra dos mezquitas en la localidad neozelandesa de Christchurch en los que murieron 51 personas y otras 50 resultaron heridas.