Presos yihadistas idearon un frente de cárceles a imitación del que tenía ETA

Los tres acusados adoctrinaban, radicalizaban y captaban a otros presos no condenados por delitos terroristas.

MADRID, 22/01/2024.- Mohamed El Gharbi, Karim Abdeselam Mohamed y Abdelah Abdeselam Ahmed se sientan en el banquillo de los acusados durante su juicio este lunes en la Audiencia Nacional de Madrid y para quienes la Fiscalía pide hasta 12 años de prisión por un delito de constitución de grupo terrorista, aunque plantea de manera subsidiaria una condena de 8 años por colaboración con organización terrorista o captación y adoctrinamiento terrorista. EFE/ Borja Sánchez Trillo / POOL
Mohamed El Gharbi, Karim Abdeselam Mohamed y Abdelah Abdeselam Ahmed se sientan en el banquillo de los acusados durante su juicio. 
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Uno de los guardias civiles que se encargó de la investigación para desmantelar el frente de cárceles yihadista ha testificado en el juicio que el mismo fue formado en las prisiones españolas por los tres acusados en este procedimiento y un cuarto que está fugado, copiando el que tenía la banda terrorista ETA.

La Audiencia Nacional ha reanudado este martes el juicio a Mohamed E.G., Karim A.M. y Abdelah A.A., cada uno de los cuales se enfrenta a una petición de la fiscal de 12 años de prisión como presuntos autores de un delito de constitución de grupo terrorista, que negaron este lunes en la vista haber cometido asegurando que no crearon tal frente.

Estos tres acusados, junto con el actualmente fugado Abderrahmane T., también conocido como Mohamed A., ya se sentaron en el banquillo de los acusados en julio de 2022 por estos hechos y resultaron absueltos al descartar el tribunal que formasen una red dedicada a favorecer al Dáesh, pero, tras recurrir la Fiscalía, la Sala de Apelación de la Audiencia Nacional ordenó repetir el juicio.

En sus conclusiones provisionales la fiscal mantiene que mientras los acusados cumplían condena en prisiones españolas por pertenencia a organización terrorista entre 2014 y 2019, tras coincidir en distintos centros penitenciarios y mantener contacto por carta, decidieron cohesionar a todos los encarcelados por delitos yihadistas para que no abandonaran la lucha violenta.

Añade que todos ellos se emplazaban para continuar la actividad yihadista cuando salieran de prisión y además adoctrinaban, radicalizaban y captaban a otros presos no condenados por delitos terroristas.

En la sesión de este martes han declarado dos guardias civiles que han explicado que los acusados remitieron cartas a reclusos relacionados con el yihadismo de cerca de una veintena de cárceles españolas para extender lo que denominaron "programa patio".

En las misivas daban instrucciones para que los presos condenados por delitos de terrorismo no abandonaran la lucha violenta y aprovecharan su estancia en prisión para prepararse para seguir cometiendo atentados al salir, para lo cual, cuando salían al patio, tenían que hacer deporte, rezar y leer el Corán sin juntarse con presos que no compartieran sus mismas ideas.

Han explicado que para burlar el control de Instituciones Penitenciarias respecto a sus cartas, ya que se encontraban dentro del Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES), usaban a presos que no se encontraban en régimen cerrado como "palomas mensajeras".

Han manifestado que Mohamed E.G. se apuntó en la cárcel de Castellón al programa de desradicalización que implantó el Ministerio del Interior pero finalmente no fue admitido ya que la psicóloga que le analizó detectó que su propósito era intentar desmontar esta iniciativa de la administración penitenciaria viendo cómo detectaba a los presos radicalizados.

En la sesión de este martes también ha testificado un preso que denunció haber sido agredido en julio de 2016 por Mohamed E.G. en la cárcel de Castellón.

Ha explicado que este intentó radicalizarlo y le decía que era un infiel por la vida que llevaba y que le agredió porque le molestaba que escuchara música en la celda que tenía junto a la suya.

"Me decía que en el patio tenía que hacer deporte, rezar y no juntarme con los que no fueran yihadistas y que cuando saliéramos le tenía que facilitar armas", ha indicado el testigo, que ha recordado que denunció a Mohamed E.G. ante el juzgado ya que le pegaba porque no le obedecía.

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