conflicto israel-palestina

EE. UU. convoca una alianza internacional para defender de los hutíes a los barcos del mar Rojo

El Pentágono monta una gran operación naval para garantizar la seguridad a los operadores y evitar una desbandada de buques.

October 19, 2023 - Red Sea - Sailors assigned to the Arleigh Burke-class guided-missile destroyer USS Carney (DDG 64) stand watch in the ships Combat Information Center during an operation to defeat a combination of Houthi missiles and unmanned aerial vehicles, Oct. 19. Carney is deployed to the U.S. 5th Fleet area of operations to help ensure maritime security and stability in the Middle East region... (Foto de ARCHIVO)..19/10/2023 [[[EP]]]
EE. UU. avisa a los hutíes.
Europa Press/Contacto/U.S. Navy

Estados Unidos organiza a contrarreloj una operación naval internacional para proteger a los buques que operan en el mar Rojo y se ven sometidos a los ataques "en solidaridad con Gaza" de los rebeldes hutíes. El Pentágono quiere implicar en esta misión al mayor número posible de países. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, anunció el lunes la participación de Francia, Reino Unido, Bahréin, Canadá, Italia, Países Bajos, Noruega, las islas Seychelles y España, cuyo Gobierno respondió que sólo enviará naves si así lo resuelve la OTAN o la Unión Europea.

Por la tarde, la UE informaba de que no existía una posición común de los Veintisiete. Y posteriormente la Alianza declaró que tampoco tiene "planes para que la OTAN asuma un papel militar" en la región, por lo que dejó en manos de cada aliado la decisión de enviar tropas al mar Rojo. En suma, una respuesta que probablemente EE UU no esperaba y que deja en el aire el alcance absoluto de la coalición. El Reino Unido, Francia e Italia figuran entre los primeros en confirmar públicamente su aportación.

Austin justificó el despliegue naval bajo la filosofía de que "los países que buscan defender el principio fundamental de la libertad de navegación deben unirse para abordar el desafío planteado por este actor no estatal", señaló en relación al grupo tribal. Los hutíes, que controlan desde 2014 la capital yemení, Saná, iniciaron los ataques contra barcos comerciales "vinculados con Israel" inmediatamente después de que Tel Aviv entrase en Gaza para combatir a las milicias de Hamás en respuesta a la masacre de los kibutz del 7 de octubre. El número de agresiones ha escalado durante los últimos dos meses hasta desestabilizar el tráfico en este área que concentra el 40% del comercio marítimo mundial.

Este fin de semana, dos de los principales operadores de contenedores anunciaron su retirada de estas aguas y este martes el gigante petrolero BP hizo lo propio. Un portavoz explicó que la compañía ha detenido el envío de crudo a través del mar Rojo y lo sustituirá por otras rutas tras el acoso armado de los rebeldes y el "deterioro de la situación" en el estratégico estrecho de Bab el-Mandeb. "La seguridad de nuestra gente y de quienes trabajan en nuestro nombre es la prioridad de BP", subrayó.

La gota que ha desbordado el vaso se produjo este lunes cuando los chiíes dispararon desde hidroaviones varios proyectiles contra dos buques. Uno de ellos, el Swan Atlantic, con bandera de las Islas Caimán y que transportaba petróleo y productos químicos, sufrió algunos daños en el casco. La intervención del destructor USS Carney, que patrulla la zona desde hace semanas, fue providencial para repeler los ataques.

Al menos cinco grandes navieras han pausado su actividad en la zona y los expertos económicos no descartan un efecto en cascada. El gigante danés de los contenedores A.P. Moller-Maersk ordenó este martes a una veintena de barcos fondeados desde el viernes al este de Adén o al norte y sur del canal de Suez que se desviaran hacia África, a través del cabo de Buena Esperanza.

Los hutíes atacan con misiles y drones a los buques que consideran ligados a la "entidad sionista". La mayoría de los proyectiles han caído en el mar o son interceptados por la flota estadounidense, cuya presencia desde el comienzo de la guerra israelí ha ido en aumento para custodiar las rutas comerciales y proteger al personal norteamericano en las bases de Oriente. Francia y el Reino Unido también disponen de unidades navales en la región, aunque EE UU asume el despliegue más poderoso, que incluye dos portaaviones y otros tantos destructores.

El secretario de Defensa ya advirtió a Irán, cuyo gobierno apoya a los rebeldes de Yemen, que detenga el respaldo "a los ataques contra barcos comerciales". De visita en Tel Aviv y Bahrein, Austin conocía de sobra en los prolegómenos de su mini gira que la Casa Blanca preveía anunciar la decisión de enviar una gran expedición naval al mar Rojo. El dispositivo, conocido como 'Guardián de la Prosperidad' por el evidente riesgo para la economía mundial de un cierre de esta vía comercial, representa "una nueva iniciativa multinacional de seguridad", informó el enviado del Pentágono, que en la tarde de ayer conferenció con 39 jefes de Gobierno y de Estado, así como ministros de Defensa de las Fuerzas Navales Combinadas y responsables de la OTAN con el fin de intercambiar impresiones y sumar fuerzas.

El hermetismo ha sido notable. Apenas se sabe nada del perfil de esta alianza o de cuándo se pondrá en marcha. Ni el número de unidades navales y aéreas, ni tampoco el de los gobiernos implicados. Quizás impere el secretismo o el proceso esté aún en una etapa inicial. De la región oriental solo se ha apuntado Bahréin.

Es muy probable que la Casa Blanca y su secretario de Defensa hayan actuado con gran premura para anunciar el 'Guardián de la Prosperidad' a causa de la rapidez con la que comenzaban a sentirse los efectos económicos y comerciales de los ataques rebeldes, y así aumentar la confianza en las navieras sobre una inminente protección y evitar una desbandada de mercantes en el estratégico paso marítimo. Ahora mismo, un millar de buques transita el mar Rojo y, de ellos, cuatrocientos se encuentran al alcance de los hutíes.

El poder regional

La misión se desarrollará "bajo el paraguas de las Fuerzas Navales Combinadas y la dirección de la Fuerza de Tarea 153", el equipo conjunto internacional que Egipto dirige desde 2022 y que lucha contra las actividades terroristas y el contrabando en el mar Rojo, el paso de Bab al-Mandab y el Golfo de Adén. Por su parte, las Fuerzas Navales Combinadas están dirigidas por el vicealmirante de la Marina estadounidense Brad Cooper y reúnen a 39 países.

Más allá de su supuesta "solidaridad" con Hamás y los gazatíes que sufren los bombardeos de la aviación israelí, la milicia yemení ha conseguido aumentar su popularidad en Oriente Próximo con estos ataques. La organización se está perfilando como la única que plantea un desafío serio a Israel tras haber paralizado parte del tráfico marítimo y removido a la comunidad financiera mundial; un paso muy por encima de los bombardeos que promueve Hezbolá desde Líbano o la Yihad desde Siria.

Políticamente, los hutíes han incrementado su poder y su ejército en Yemen hasta transformarse en una especie de autoridad alternativa en el país, que ahora buscaría extender ese peso a nivel regional gracias a las acciones de sus comandos en el mar Rojo. Mientras el Gobierno de Netanyahu agradeció este martes a todos los gobiernos participantes en la coalición su "lucha contra el eje terrorista auspiciado por Irán", un portavoz hutí desaconsejó a la comunidad internacional tomar parte en una operación "deshonrosa" bajo la amenaza de que habrá "consecuencias". Los rebeldes aseguran que, "incluso si Estados Unidos logra movilizar al mundo entero, nuestras operaciones militares no se detendrán sin importar los sacrificios que eso nos requiera".

España no tomará una decisión "unilateral" y la supedita a la OTAN

España evitó comprometerse este martes con Estados Unidos en la coalición internacional contra los ataques hutíes en el mar Rojo y subrayó que se atendrá a lo que dicte la Unión Europea o la OTAN. El secretario de Estado estadounidense, Lloyd Austin, lanzó el lunes (madrugada en España) una lista de nueve países con los que EE UU contaba para montar la operación, entre los que figuraba España.

A primeras horas de la mañana de este martes, la ministra de Defensa, Margarita Robles, precisó, sin embargo, que los compromisos españoles con misiones internacionales están sujetos a las resoluciones que adopten la UE y la OTAN y que, por tanto, España "unilateralmente" no se implicará en este ámbito. La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, respaldó posteriormente esta declaración.

En otras palabras, la participación se quedaba en en el aire, y más aún después de que la Alianza reseñara por la tarde que no contempla tener un rol militar y deja a título de cada aliado su decision. Horas antes de este anuncio, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, dio por sentado que las Fuerzas Armadas se integrarán en la "operación militar internacional", una postura que consideró "correcta". El BNG, en cambio, la tachó de "inaceptable".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión