La ONU y Amnistía Internacional denuncian el arresto de cuatro activistas afganas por los talibanes

Las cuatros detenidas fueron encarceladas por su participación en manifestaciones por los derechos y libertades de las mujeres en el país. 

Protesta de mujeres afganas en Kabul.
Protesta de mujeres afganas en Kabul.
EFE

La Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) y Amnistía Internacional (AI) denunciaron este jueves el arresto por los talibanes desde hace meses de cuatro activistas afganas conocidas por organizar protestas de mujeres y defender sus derechos.

"Tenemos graves preocupaciones sobre el impacto de estas detenciones arbitrarias en el largo plazo. Pedimos a las autoridades de hecho de Afganistán que se aseguren que los derechos a la salud, las visitas familiares y la representación legal son protegidos y cumplidos", indicó la UNAMA en la red social X.

AI identificó a las cuatro detenidas como Neda Parwani, Parisa Azada, Manizha Seddiqi y Zholia Parsi, detenidas entre el 9 de septiembre y el 9 de octubre por los talibanes.

Algunas de ellas permanecen en un centro de detención, mientras que Seddiqi fue enviada a la cárcel de Pol Charkhi el pasado martes.

La organización de derechos humanos se mostró especialmente preocupada por el estado de Parsi, tras los informes de que fue trasladada a un hospital debido a un deterioro de su salud física antes de ser devuelta al centro de detención.

Las cuatro detenidas participaron activamente en las manifestaciones de mujeres para denunciar su pérdida de derechos desde la vuelta de los talibanes al poder en Afganistán, en agosto de 2021.

"Las mujeres que organizan o participan en estas protestas han sido sometidas a un uso ilegal de la fuerza, detenciones arbitrarias, desapariciones forzosas, tortura y otras formas de tratamiento cruel, inhumano o degradante", dijo AI en un comunicado.

Pese a sus promesas de cambio, los talibanes han repetido el comportamiento de su anterior régimen entre 1996 y 2001, cuando, según una rígida interpretación del islam y su estricto código social, conocido como 'pastunwali', prohibieron la asistencia femenina a las escuelas y recluyeron a las mujeres en el hogar.

La llegada al poder de los talibanes supuso además un duro golpe a la libertad de expresión en Afganistán, un país que ya antes era considerado uno de los más peligrosos del mundo para los periodistas.

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