Bombardeos sobre el campo de refugiados de Yabalia causan 80 muertos, 32 de una familia

La ONU exige a Israel el cese de estos ataques a escuelas que están bajo su protección y pide un alto el fuego.

Varios palestinos rescatan un cadáver entre los escombros de un edificio
Varios palestinos rescatan un cadáver entre los escombros de un edificio
Associated Press/LaPresse

La devastación provocada por la guerra entre Israel y Hamás en Gaza suma a diario dolorosos capítulos. El ministerio de Salud de Hamás aseguró que más de 80 personas, la mayoría niños, murieron durante dos bombardeos israelíes sobre un campamento de refugiados administrado por la ONU en Yabalia, en el norte de la Franja. El primer ataque golpeó al amanecer la escuela Al-Fakhoora, que alberga a desplazados, y dejó al menos 50 muertos. Este colegio es una de las instalaciones que está bajo la protección de la agencia de Naciones Unidas para los palestinos: Unrwa. El segundo ataque sobre Yabalia acabó con 32 personas de una misma familia. Diecinueve eran niños, según las autoridades gazatíes.

Unrwa confirmó que se habían producido los bombardeos y que habían provocado numerosas víctimas. La agencia de la ONU expresó su indignación por la ofensiva del Ejército israelí y exigió que los campos de refugiados dejen de ser blanco de operaciones bélicas. "Estamos recibiendo imágenes horrendas de muchos muertos y heridos, una vez más en una escuela de la Unrwa que albergaba a miles de personas desplazadas en el norte de la Franja de Gaza", escribió en la red X Philippe Lazzarini, comisario general de esta agencia de Naciones Unidas.

"Estos ataques deben cesar. Un alto el fuego humanitario no puede esperar más", pidió Lazzarini. Imágenes difundidas en las redes sociales muestran cuerpos cubiertos de sangre o de polvo en los pisos del edificio donde se habían instalado los refugiados. Dormían sobre colchones colocados debajo de los pupitres. El secretario general de la Iniciativa Nacional Palestina, Mustafá Barghuti, elevó la cifra de esta "masacre", que acabó con la vida de "entre 150 y 200 civiles, la mayoría niños".

Tras ese bombardeo hubo un segundo ataque sobre Yabalia. Uno de los proyectiles de la aviación israelí impactó de lleno en una casa. Murieron 32 miembros de la misma familia, incluidos 19 menores, según indicó el Ministerio de Salud de Hamás, que publicó una lista con los nombres.

Palestinos desplazados circulan por el campo de refugiados de Khan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza.
EFE

Otras 26 víctimas en el sur

El cielo de Gaza se ha convertido en un infierno. Durante la noche del viernes, otra acción de los aviones del Ejército hebreo alcanzó la ciudad de Jan Yunis. El ataque provocó 26 víctimas, según el director del hospital Nasser de esta localidad al sur de la Franja de Gaza.

"Con el invierno acercándose rápidamente, refugios inseguros y superpoblados y la falta de agua potable, los civiles [de Gaza} se enfrentan a la posibilidad inmediata de morir de hambre", advirtió el jueves un portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas. A la espera de esa muerte lenta, sigue creciendo el número de víctimas tras cada bombardeo del Ejército de Israel.

El recuento de víctimas es muy complicado debido a que los grandes hospitales han quedado inoperativos. Los israelíes han matado a 101 trabajadores de agencias internacionales y han atacado 70 de sus edificios, todos ellos perfectamente señalizados y la mayoría usados como refugio por miles de familias. Unrwa se ha declarado es incapaz de brindar protección a los civiles.

Israel justifica el bombardeo de centros médicos y colegios con el argumento de que Hamás los emplea para esconder a sus miembros entre la población. Los islamistas lo niegan y quienes pagan son los civiles, atrapados en el fuego cruzado y sin opción de salida de una tierra que consideran suya y que no quieren abandonar.

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