Israel lanza la 'guerra de los hospitales'

El Ejército estrecha el cerco sobre Ciudad de Gaza con nuevos bombardeos contra centros sanitarios y escuelas, que cuestan decenas de vidas.

Una mujer que estaba ingresada en el hospital Al-Shifa es trasladada fuera del centro por miedo a los ataques
Una mujer que estaba ingresada en el hospital Al-Shifa es trasladada fuera del centro por miedo a los ataques
IBRAHEEM ABU MUSTAFA

La guerra en Gaza no conoce líneas rojas y los hospitales están en el punto de mira de Israel porque considera que es precisamente allí donde Hamás esconde sus centros de operaciones. El Ministerio de Salud palestino aseguró este viernes que los tanques enemigos rodean los centros sanitarios de Al-Quds, Rantisi y Al-Shifa. Acto seguido acusó al Ejército hebreo de lanzar ataques directos contra sus instalaciones, donde son atendidos miles de enfermos y heridos, mientras buscan refugio otros tantos desplazados que llevan allí semanas pensando que se trataba de lugares seguros.

Fuentes militares confirmaron que las tropas actúan en las proximidades del Al-Shifa, principal hospital de referencia de la Franja y lugar en el que los israelíes aseguran se encuentra la gran base subterránea de Hamás. Añadieron que "matarán" a comandos que abran fuego desde el complejo. "Si vemos a terroristas disparando, haremos lo que tenemos que hacer (...), los mataremos", dijo el portavoz del Ejército, el teniente coronel Richard Hecht, admitiendo el carácter "sensible" de ese tipo de operaciones.

"Sería más fácil si Hamás abandonase los hospitales y nos lo mostrase claramente", añadió este responsable militar. Hecht también afirmó que el Ejército "toma todas las precauciones posibles para asegurarse de que no ataca a gente con vía intravenosa o con huesos rotos".

El director del Al-Shifa, Muhammad Abú Salmiya, acusó las fuerzas hebreas de lanzar lo que llaman ya "la guerra de los hospitales" y negó una vez más la presencia de milicianos bajo el complejo. Aseguró que la última ofensiva costó trece vidas y causó una decena de heridos. El Comité Internacional de Cruz Roja (CICR), por su parte, recordó a Israel que "cualquier operación militar alrededor de hospitales debe considerar la presencia de civiles, que están protegidos por el derecho internacional humanitario". 18 de los 35 hospitales que había en la Franja están fuera de servicio por culpa de la guerra.

Rafah (Gaza), 10 nov (EFE).- (Imagen: Anás Baba) Los palestinos asediados en el sur de Gaza, sin agua, electricidad ni combustible por culpa de la feroz ofensiva del Ejército israelí, echan mano del ingenio, la imaginación y los restos de basura para intentar que su mísero día a día pueda brillar con algunos espejismos de normalidad.En un estrecho callejón de Rafah, una larga hilera de una veintena de mujeres, rodeadas de sus hijos, humo y llantos de bebé preparan el tradicional pan palestino shrak, que se calienta sobre una plancha ovalada de metal que se coloca directamente sobre el fuego: es como una enorme masa de pizza, pero muy fina y maleable.Pero no lo hacen por gusto, sino porque muchas panaderías han cerrado por falta de combustible debido al asedio impuesto por Israel y, por eso mismo, la mujeres se ven obligadas a emplear todo tipo de desperdicio inflamable para cocinar el pan: desde papeles, revistas y cartones, hasta botellas, bolsas o trizas de plástico que provocan un humo denso y un olor insalubre.IMÁGENES DE RAFAH (GAZA). INCLUYE RECURSOS DE UN COCHE QUE FUNCIONA CON ACEITE VEGERAL Y DE MUJERES HACIENDO PAN.
EFE

Éxodo hacia el sur

El avance sobre los centros médicos aumentó el éxodo de población hacia el sur por el corredor habilitado un día más en la denominada carretera de Saladino. Lo emprendieron las familias que permanecían junto a los centros sanitarios, los heridos con capacidad de moverse y parte del personal médico. Ghassam Abú Sitta, cirujano de Al-Shifa, dijo que "el hospital ha colapsado tras el ataque contra la zona del ambulatorio, donde se refugiaban los desplazados". A última hora de la tarde, la Media Luna Roja denunció también un ataque directo contra la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Al-Quds.

Bureij (Gaza), 10 nov (EFE/EPA).- (Imagen: Mohamed Saber) Los palestinos parten hacia el sur de la Franja de Gaza tras pasar un puesto de control del ejército israelí situado a lo largo de la calle Salah al-Din en Bureij.IMÁGENES DE RECURSO DE PALESTINOS PARTIENDO HACIA EL SUR DE LA FRANJA DE GAZA POR LA CALLE SALAH AL-DIN.
EFE

Los israelíes hablan de "corredores humanitarios", mientras Hamás se refieren a ello como "desplazamiento forzoso de población" y desde la ONU opinan que las ventanas de cuatro horas sin bombardear en la carretera de Saladino son una medida "cínica y cruel". Francesca Albanese, relatora espacial del organismo internacional en Palestina, explicó que habían visto "ataques continuos, 6.000 bombas cada semana en Gaza, en este pequeño pedazo de tierra donde la gente está atrapada y la destrucción es masiva. No habrá vuelta atrás después de lo que Israel está haciendo. Así que cuatro horas de alto el fuego para dejar que la gente respire y recuerde cómo es la vida sin bombardeos antes de empezar a bombardearlos de nuevo es muy cínico y cruel".

Estados Unidos anunció el jueves que habría "pausas" en dos rutas, pero de momento solo una permanece operativa. El portavoz en árabe del Ejército israelí recurrió a la red social X (antes Twitter) para advertir a los gazatíes de que "no escuchen lo que dicen algunos líderes de Hamás desde sus hoteles en el extranjero o desde los lugares subterráneos que han organizado para ellos y sus familiares (.) Por su seguridad, aprovechen la apertura de Saladino para desplazarse hacia el sur".

El portavoz del Gobierno de Tel Aviv, Eylon Levy, subrayó la importancia de los corredores para "quitar a los civiles del camino y poder enfrentarnos a Hamás hombre a hombre y hacerles pagar".

No al alto el fuego

Los bombardeos no han parado un solo día y "no habrá alto el fuego hasta que Hamás libere a los rehenes", repitió Benjamín Netanyahu. El Ejército asegura haber alcanzado 15.000 objetivos vinculados con Hamás desde el 7 de octubre, una campaña intensa que deja más de 11.200 muertos, la mayoría mujeres y niños, según datos del Ministerio de Salud palestino.

Uno de los últimos bombardeos israelíes afectó a la escuela Al-Buraq, de la Ciudad de Gaza, y provocó al menos veinte muertos, según algunas fuentes, y cincuenta, para otras. Los centros educativos como los sanitarios se han convertido en refugio para miles de personas que han tenido que huir de sus casas.

Israel avanza con rapidez y quiere limpiar el norte de Gaza de civiles lo antes posible. En menos de dos semanas de operación terrestre sus hombres operan en el corazón de Ciudad de Gaza y la 162 División del ejército combate calle por calle en el lugar donde sitúan el gran bastión enemigo, el "corazón" de la Inteligencia y de las operaciones de Hamás, en palabras de los militares.

Fracasos diplomáticos

Esta ofensiva se produce mientras la diplomacia trata sin éxito de lograr un alto el fuego temporal a cambio de la liberación de algunos de los más de 240 rehenes en manos de Hamás. Catar y Egipto son los principales mediadores, pero la negociación se dilata y cada día que pasa aumenta la desesperación de las familias por ver a los suyos regresar a casa con vida. Este viernes, el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, reclamó la necesidad de poner en marca mecanismos para establecer la estabilidad y la paz en la región, según recogió la cadena Al-Arabiya.

Horas después de conceder una entrevista a la cadena estadounidense Fox en la que aseguró que Israel no tiene intención de reocupar la Franja, Netanyahu dijo en un encuentro con alcaldes de localidades del sur del país que tras el final de la guerra el Ejército "mantendrá el control de Gaza". La opción de reocuparla es la elegida por los sectores ultranacionalistas sionistas, socios clave del primer ministro en el actual Ejecutivo hebreo.

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