El "error" de Bin Salman en la desaparición y el asesinato de Khashoggi

Se cumplen cinco años de la muerte del periodista de The Washington Post en el interior del consulado saudí de Estambul

Protesta en la embajada de Arabia Saudí con motivo del aniversario del asesinato del periodista saudí Khashoggi hace cinco años.
Protesta en la embajada de Arabia Saudí con motivo del aniversario del asesinato del periodista saudí Khashoggi hace cinco años.
HANNIBAL HANSCHKE

Lo ocurrido con Jamal Khashoggi hace cinco años en el consulado saudí de Estambul fue "un error". Esta fue la respuesta de Mohamed bin Salman (MBS) a Bret Baier en la entrevista concedida recientemente a la cadena Fox durante su visita a Estados Unidos. Los titulares de este encuentro televisado con el príncipe heredero saudí y hombre fuerte del reino fueron para la normalización de relaciones con Israel y para la amenaza nuclear de Irán, mientras que la desaparición y el descuartizamiento de Khashoggi quedaron en un olvido que ahora se rompe en la conmemoración del quinto aniversario de su muerte.

El colaborador del diario The Washington Post, de 59 años, acudió al consulado de su país en Estambul tras haber solicitado una cita previa para solucionar un tema personal relacionado con su divorcio. Se acercó al edificio situado en la calle Akasyali del barrio de Besiktas acompañado de su prometida, Hatice Cengiz, y nunca salió con vida.

En el interior de la legación le esperaba un equipo de los cuerpos de seguridad formado por quince personas, entre ellas varios miembros del equipo de la seguridad personal de MBS, que se encargaron de asfixiarle y desmembrar su cuerpo con una sierra. El cuerpo del periodista sigue sin aparecer.

Cumplidos los cinco años, The Washington Post dedicó su editorial a un caso que "no está cerrado, ni para nosotros, ni para su familia y amigos, ni para todos aquellos en el mundo árabe que se beneficiarían de su visión de una mayor apertura y democracia en el Gobierno saudí. Para poder cerrar el caso finalmente debemos conocer la verdad y exigir responsabilidades al príncipe heredero Mohammed bin Salman y a todos los demás involucrados".

Caso cerrado para Riad

La CIA también apuntó a MBS y concluyó que "aprobó" la operación en el consulado de Estambul. Durante el mandato de Donald Trump esta información se mantuvo en secreto, pero con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca salió a la luz para enfado del heredero saudí. Biden llegó a la presidencia de Estados Unidos tras una campaña en la que tachó de "paria" a MBS, pero una vez en el poder fue enfriando el tono hasta conceder la inmunidad al príncipe en noviembre pasado.

Amnistía Internacional (AI) se sumó a las críticas de The Washington Post y acusó a la comunidad internacional de "anteponer otros intereses a los derechos humanos". Agnès Callamard, secretaria general del organismo, que en 2019 fue la encargada de emitir un informe como relatora especial de la ONU en el que calificó lo ocurrido de "ejecución extrajudicial", denunció que pasados cinco años "el camino hacia la Justicia por su asesinato sigue totalmente bloqueado". Callamard pidió una vez más "una investigación independiente".

Los saudíes dieron por cerrado el caso en 2019 tras un proceso judicial en el que cinco personas fueron condenadas a muerte y otras tres recibieron castigos por un total de 24 años. Un año más tarde las penas capitales fueron conmutadas por condenas de veinte años de prisión. Ninguno de los altos cargos del reino figura en la lista de los sentenciados y MBS trata de cambiar su imagen al exterior con un programa de reformas y apertura interna y un giro en su política internacional para apostar por la diplomacia en vez de la guerra. Los saudíes se han acercado a Irán, negocian el final del conflicto bélico en Yemen y avanzan en la normalización con Israel, pero siguen ocultando el paradero de los restos de Khashoggi.

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