Isabel Allende: "La memoria es un primer paso, pero necesitamos más"

La hija del derrocado presidente Salvador Allende ha asegurado que el golpe del 11 de septiembre de 1073, liderado por el general Augusto Pinochet, fue un crimen.

Isabel Allende, hija de Salvador Allende, durante una ceremonia oficial que conmemora el 50º aniversario del golpe que derrocó a Salvador Allende e inició la dictadura de Augusto Pinochet, en el palacio de gobierno de La Moneda, en Santiago, Chile.
Isabel Allende, hija de Salvador Allende, durante una ceremonia oficial que conmemora el 50º aniversario del golpe que derrocó a Salvador Allende e inició la dictadura de Augusto Pinochet, en el palacio de gobierno de La Moneda, en Santiago, Chile.
IVAN ALVARADO

La senadora e hija del derrocado presidente Salvador Allende, Isabel Allende, dijo este lunes que "la memoria es democracia y futuro" y pidió "justicia" durante el acto central de conmemoración de los 50 años del golpe de Estado.

"La memoria es un primer paso para llegar a la verdad pero necesitamos mucho más para llegar a la justicia y asegurar la no repetición de los hechos de ese día. Por eso, suscribo el lema de que la memoria es democracia y futuro", dijo entre lágrimas la senadora, de 81 años.

La hija de Allende describió a su padre como un "luchador social" y un "interprete de los anhelos de justicia social" y repasó algunas de sus políticas al frente del Gobierno de la Unidad Popular (1970-1973), como la lucha contra la desnutrición infantil y la profundización de la reforma agraria.

"Me tocó ser la última persona del entorno de mi padre y entrar al palacio ese día. Teníamos un mandato que contar, lo que pasó entonces. Lo que significaba la Unidad Popular y también la barbarie que comenzaba a imponerse", indicó Allende, quien reconoció que no olvida "el último abrazo" de su padre.

El golpe del 11 de septiembre de 1073 liderado por el general Augusto Pinochet dio inicio a una cruel dictadura de 17 años, que dejó más de 40.000 víctimas, entre ellos más de 3.200 ejecutados, de los cuales un millar aún están desaparecidos.

La conmemoración de los 50 años del golpe de Estado está generando gran polarización y crispación en Chile hasta el punto de que la derecha tradicional y la ultraderecha declinaron participar en los actos conmemorativos y firmar una declaración promovida por Boric a favor de la democracia.

La Unción Demócrata Independiente (UDI), uno de los partidos de Chile Vamos y de origen pinochetista, publicó este lunes una dura declaración en la que aseguró que el golpe era "inevitable" porque durante el Gobierno de la Unidad Popular de Allende (1970-1973) "sobrevino un quiebre social, político e institucional".

Allende acusó a la derecha de tratar de "tergiversar los hechos y culpar a Allende y la Unidad Popular" del golpe y agradeció a México y Cuba por dar asilo a su familia tras la muerte de su padre.

"El golpe de estado fue un crimen y no hay contexto (...) que legitime el despojo de la voluntad popular. Entiendo que puede haber muchas interpretaciones, pero 'nunca más un golpe de estado debiera ser el consenso de todas las fuerzas políticas", añadió la senadora.

Antes de la ceremonia, el presidente Gabriel Boric ofreció un desayuno y un recorrido por La Moneda a los líderes y personalidades internacionales invitados al acto, entre ellos los presidentes de México, Colombia, Bolivia y Uruguay, además del primer ministro de Portugal.

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