Kiev acusa a Moscú de buscar una masacre de rescatistas en el doble ataque a Pokrosvk
Al menos nueve muertos y 82 heridos al lanzar dos misiles rusos contra un edificio de esta ciudad de Donetsk, uno de ellos cuando los servicios de emergencia trabajaban ya sobre el terreno.
El Gobierno de Ucrania acusó este martes a Moscú de dar un nuevo salto cualitativo en la guerra y bombardear conscientemente a trabajadores de los servicios de rescate. La imputación se produjo después de que la artillería rusa arrojara un misil sobre la ciudad de Pokrosvk, en la región de Donetsk, y tan solo 37 minutos más tarde de que lanzase un segundo proyectil hacia el mismo objetivo que alcanzó de lleno a los rescatistas, policías y vecinos que buscaban víctimas ente los escombros de la primera explosión. Kiev afirma que el Kremlin ha utilizado esta táctica en otras ocasiones, pero en esta desató una masacre salvaje. Este martes por la noche se contabilizaban ya nueve víctimas mortales y 82 heridos, entre ellos varios niños.
Pokrovsk es un centro relativamente importante a nivel militar, ya que ahí suelen concentrarse las tropas que vienen del frente y las que se encaminan hacia el campo de batalla, situado a medio centenar de kilómetros. También ha sido durante gran parte de la contienda la última localidad a la que llegaba el tren con relativas garantías, de modo que se convirtió en el lugar desde el que el Ejército ucraniano evacuaba a sus heridos en combate. Como pasó este martes, Pokrovsk ya ha visto mucha sangre y demasiadas mutilaciones.
Los dos misiles Iskander resultaron devastadores al impactar, uno detrás del otro, contra un edificio alto de viviendas que acoge un hotel y un restaurante italiano. Otra docena de inmuebles sufrieron también graves daños, entre ellos las oficinas de la Fiscalía. El Iskander es un proyectil considerado tramposo y destructor. Puede equipar media docena de señuelos para despistar los sistemas de detección y las defensas antiaéreas, su precisión es muy elevada y lleva una carga de 700 kilos de explosivos.
A consecuencia del ataque las plantas más elevadas desaparecieron. Voladas. Arrasadas. Como ejemplo de la capacidad de demolición de este tipo e cohetes, los servicios de emergencia tuvieron que remover 122 toneladas de escombros. La única noticia positiva fue el salvamento de ocho personas que habían quedado atrapadas entre las montañas de hormigón, cemento y acero.
A los servicios de seguridad ucranianos, el ataque les recuerda al perpetrado el 27 de junio contra una pizzería de Kramatorsk, que mató a una docena de personas. Un vecino de esa población permanece detenido por informar a Rusia sobre el perfil y la ubicación de aquel establecimiento, mientras la Policía no descarta que en este caso las fuerzas invasoras hayan recibido también la ayuda de un espía para marcar los objetivos dada la precisión de los disparos. Como ya ocurrió en dicha semanas atrás, el Corleone, el restaurante situado en el edificio atacado, y el hotel eran frecuentados por periodistas, voluntarios de organizaciones humanitarias y mandos militares dada su proximidad al frente de Bajmut.
El policía del documental
El ataque ocurrió a primeras horas de la noche del lunes, lo que cimenta las tesis de la Inteligencia ucraniana de que se trató de un ataque perfectamente dirigido: era el momento en que el hotel y el restaurante debían tener su mayor número de clientes. Después de la segunda explosión, que mató a dos rescatistas -uno de ellos era el subdirector del Departamento de Respuesta de Emergencias de Donetsk- e hirió a 38 trabajadores de este servicio, las labores de rescate quedaron suspendidas hasta el amanecer ante la eventualidad de nuevos bombardeos. A las cuatro de la tarde del martes se dio por concluida la operación. Solo quedaron atrás escombros, restos de enseres personales y un denso olor nauseabundo procedente de los pisos carbonizados.
Entre los heridos se encuentra un agente de policía que también participó en la evacuación de Mariúpol durante su asedio en los primeros días de la invasión a finales de febrero de 2022.
Volodímir, que así se llama el funcionario, fue uno de los protagonistas del documental 'Veinte días en Mariúpol' dirigido por el periodista Mstyslav Chernov, que narra las atrocidades de la guerra y ha sido reconocido en numerosos festivales internacionales.
El presidente, Volodímir Zelenski, declaró sobre lo ocurrido que «Rusia intenta convertir la región de Donetsk en ruinas y piedras calcinadas». Por su parte, el Kremlin sostuvo que sus cañones apuntaron a una base en la que se reunían altos mandos ucranianos.
Mientras, el Reino Unido anunció también este martes que ha firmado sanciones contra 22 personas -entre ellas, ciudadanos suizos y eslovacos- y empresas con sede en Turquía, Dubái e Irán por suministrar a Moscú material y componentes electrónicos necesarios para fabricar armas. El propósito es "disminuir aún más el arsenal de Rusia" y complicar el trabajo de su industria militar por falta de suministros.
