La ONU pide a París que ataje "los profundos problemas de racismo" de la Policía francesa

El Ministerio de Exteriores galo ha rechazado las acusaciones sobre discriminación por parte de las fuerzas de seguridad.

Un joven corre junto a otros mientras sostiene una pancarta que dice 'La policía mata', tras la muerte de un joven en Nanterre, Francia.
Un joven corre junto a otros mientras sostiene una pancarta que dice 'La policía mata. Justicia para Nahel', tras la muerte de un joven en Nanterre, Francia.
SARAH MEYSSONNIER/Reuters

La ONU ha instado al Gobierno francés a luchar contra el racismo y la discriminación racial sistémicos de la Policía. Tres días después de la muerte de Nahel, de 17 años tiroteado el martes por un agente en Nanterre, el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, ha dicho este viernes en Ginebra que «es hora de que el país aborde seriamente este profundo problema».

Este organismo también considera necesario que las fuerzas de seguridad galas respeten en todo momento «los principios de legalidad, de necesidad, de proporcionalidad, de no discriminación, de preocupación y de responsabilidad» a la hora de mantener el orden frente a los disturbios.

Los comentarios de la portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos han sentado muy en mal en París. «Toda acusación de racismo o de discriminación sistémicos está totalmente infundada», ha reaccionado el Ministerio de Exteriores a través de un comunicado de prensa. «Las fuerzas del orden están sometidas a un nivel de control interno, externo y judicial que pocos países conocen», han añadido desde Quai d'Orsay (sede de este departamento), donde han reiterado que el Gobierno y sus fuerzas del orden luchan «con determinación contra el racismo y todas las formas de discriminación».

El ministerio de Exteriores ha destacado «la gran profesionalidad» de la Policía y los gendarmes que deben enfrentarse a «situaciones y actos de una extrema violencia», como se ha podido ver en los últimos días con los disturbios en varias ciudades francesas.

«El uso de la fuerza por parte de la Policía y la Gendarmería está regida por los principios de absoluta necesidad y proporcionalidad, estrictamente encuadrados y controlados», ha señalado el Gobierno francés. En Quai d'Orsay se ha recordado que 249 policías y gendarmes resultaron heridos la tercera noche de disturbios en Francia tras la muerte de Nahel a manos de un agente de tráfico.

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