El Rey llama a la unidad frente a las amenazas a la democracia, el alma de Europa
Felipe VI ha señalado que estas amenazas, que trascienden fronteras y son comunes a todos, deben tener una respuesta compartida y urgente.
El rey ha apelado este viernes a la unidad frente a las amenazas y riesgos que afrontan las democracias parlamentarias, que son hoy, ha dicho, el alma de Europa.
En León, cuna del parlamentarismo, y ante la presencia de representantes de alto nivel de parlamentos de 20 países que se han dado cita para celebrar la Conferencia con motivo del Día Internacional del Parlamentarismo, Felipe VI ha señalado que estas amenazas, que trascienden fronteras y son comunes a todos, deben tener una respuesta compartida y urgente.
Ha recordado que frente al ataque a los valores europeos que ha supuesto la invasión rusa de Ucrania, los parlamentos de la UE han mostrado no solo su solidaridad con el pueblo ucraniano, sino también la voluntad de unidad en defensa de dichos valores y principios.
"Ese momento de unidad frente a la amenaza que es la guerra ilegal también debe replicarse frente a las distintas amenazas y riesgos que afrontan las democracias parlamentarias", ha agregado.
Ha subrayado además que la vitalidad de nuestras instituciones depende en buena medida de la adhesión y confianza que concitan entre los ciudadanos; son las ideas, las creencias compartidas sobre su valor y utilidad las que contribuyen -ha dicho- a su legitimidad.
Democracias es debate
Don Felipe ha reivindicado la democracia como debate -bajo los principios de la verdad, el respeto y la tolerancia- y como pluralidad, que debe ser articulada por el parlamento.
Ha destacado, por último, el "hondo significado" de La Real Colegiata de San Isidoro, lugar que alberga la cumbre parlamentaria y donde se celebraron en 1188 bajo el recién estrenado reinado de Alfonso IX de León las primeras Cortes históricamente documentadas.
Valores democráticos amenazados
Por su parte, tanto la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, como el presidente del Senado, Ander Gil, han alertado en sus intervenciones sobre los enemigos de la democracia y la necesidad de acción y unión del parlamentarismo para frenarlos.
Batet ha rendido tributo a los valores democráticos que encarnan los parlamentos y que se ven amenazados en los últimos años "frente a los fenómenos de distinta naturaleza y alcance que tienen en común el poner en cuestión la fortaleza de nuestro sistema".
Ha recordado las imágenes de los graves ataques a la institucionalidad en democracias asentadas y ha avisado de una creciente polarización en las sociedades democráticas que impacta directamente sobre la calidad del debate público y sobre la agenda de asuntos que generan atención mediática.
Además de la "simplificación y espectacularización" de los mensajes, la propagación del odio y la desinformación que ha impulsado la irrupción de canales como las redes sociales, ha señalado que asistimos a la competencia de "regímenes autoritarios que de distintas formas intentan condicionar el correcto funcionamiento de nuestras democracias".
Por ello, y en este contexto de amenazas, es crucial -ha dicho- establecer un marco común de acción porque los parlamentos, como representantes, son "la primera línea de defensa de la democracia".
Populismo, nacionalismo y extrema derecha
En la misma línea, el presidente del Senado se ha mostrado "preocupado e indignado" ante quienes se cuestionan los avances más importantes conseguidos en España en materia de derechos fundamentales.
Ha remarcado que el deterioro de las democracias y la degradación de las instituciones no nace de la casualidad, sino de "decisiones conscientes, a través de personas y organizaciones que operan al interior de nuestra democracia".
Hay, ha proseguido, enemigos externos, pero también internos, entre los que ha citado a los populistas, los nacionalistas radicales y la extrema derecha.
Mientras los primeros quieren el fin abrupto de la democracia, los internos "la van minando lentamente, hasta desnaturalizarla".
Ante esta "preocupante" realidad, ha proclamado, la única solución es "más democracia" desde su defensa activa y comprometida.
