TAL DÍA COMO HOY

30 años de la 'Matanza de Texas' en Waco

Unas 86 personas de la secta de los Davidianos mueren en un enfrentamiento con el FBI tras atrincherarse en su rancho de Monte Carmelo.

Detalle de la portada de HERALDO de 20 de abril de 1993 donde se cuenta el fatal desenlace
Detalle de la portada de HERALDO de 20 de abril de 1993 donde se cuenta el fatal desenlace
Archivo HERALDO

El 19 de abril de 1993 terminaba de peor manera posible el pulso entre el FBI y la secta de los Davidianos, que llevaban exactamente 50 días atrincherados en el rancho Monte Carmelo, en la texana ciudad de Waco. Solo nueve de 95 miembros de la secta sobrevivieron al incendio que dejó completamente arrasado el recinto. A continuación, recordamos cómo HERALDO relató esta impactante historia, que años más tarde acarrearía consecuencias aún más trágicas e imprevisibles.

La crisis de Waco comenzó el 28 de febrero de ese mismo año, cuando agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) intentaron detener al líder de la secta, David Koresh, por posesión ilegal de armas. Como respuesta, el líder davidiano se refugió con sus seguidores en el rancho.

El origen de la secta

Los Davidianos son (aún hoy en día cuenta con unos pocos seguidores desperdigados por todo el mundo) una secta escindida en 1934 de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Defensores del amor libre, esperan el fin del mundo convencidos de que Cristo ha vuelto, está con ellos y es su líder.

Se trata de Vernon Howell (que cambió su nombre posteriormente por David Koresh), aficionado a la guitarra que afirmaba ser Jesucristo y 'el elegido' para desencadenar el fin del mundo. Pero no tuvo fácil hacerse con las riendas de la secta.

Considerado un prodigio en su comunidad, con 12 años recitaba de memoria el Antiguo Testamento, lo que le granjeó cierta fama. Inició una  relación con la entonces líder davidiana, Lois Roden, que cedió finalmente su puesto a su hijo, George Roden. Koresh se enfrentó con él en 1984 a tiros y ocupó su puesto, aunque no fue condenado por la agresión.

Koresh sometía a sus seguidores a un estricto régimen alimenticio. Solo él podía comer carne, beber cerveza y dormir a su antojo. Para lograr su adhesión los levantaba en mitad de la noche con el sonido de su guitarra eléctrica y les obligaba a estudiar la Biblia durante 15 horas sin comer ni beber. 

Según su interpretación de las Escrituras, estaba destinado a tener 60 esposas y 80 concubinas y de hecho, mantenía relaciones sexuales con varias mujeres de su comunidad, 15 según los testigos.

Gran despliegue policial

Aunque hay algunas muestras de buena voluntad por parte de los davidianos (se liberan a varios niños durante el proceso), la negativa por parte del líder a entregarse hace que la tensión crezca.

HERALDO lo cuenta así en su ejemplar del 3 de marzo: "El cerco a las instalaciones del centro comenzó el domingo cerca de las 9.30 de la mañana, cuando agentes federales trataron de ejecutar una orden de registro en busca de armas de fuego y explosivos en las instalaciones, que tienen 30,8 hectáreas de extensión.

Cuatro agentes de la ATF resultaron muertos en el primer asalto. Koresh sostiene que un niño de dos años también murió, pero los agentes no han podido confirmarlo. Un miembro del culto religioso resultó muerto y otro fue arrestado el domingo por la noche, durante un segundo enfrentamiento".

Koresh aseguró el domingo a los agentes que liberaría a dos niños cada vez que la emisora de radio KRLD en Dallas retransmitiera su mensaje religioso. La cadena cumplió con la exigencia, a petición de las autoridades federales, y los niños fueron dejados en libertad el domingo por la noche y el lunes por la tarde. Aunque la transmisión del mensaje no fue solicitada ayer, otros seis niños fueron liberados".

Rock para reducir a Koresh

El asedio entra en su segunda semana a la espera de que su líder reciba el 'mensaje divino' que le indique que debe entregarse. El FBI intenta en estos momentos poner en acción medidas psicológicas más severas para reducir la moral de los sectarios, entre las que se encuentra la emisión de música a alto volumen.

Artículo sobre Waco publicado en HERALDO el 8 de marzo de 1993
Artículo sobre Waco publicado en HERALDO el 8 de marzo de 1993
Archivo HERALDO

Estas medidas no consiguen su objetivo, y David Koresh encadena promesas de negociación que no llegan para desesperación de los agentes. 

HERALDO resume así la situación el  28 de marzo: "La crisis ha cumplido ya cuatro semanas sin que se aprecie ningún avance en las negociaciones con las autoridades federales mientras aumenta la incertidumbre sobre el desenlace.

Aunque los más de 400 agentes del FBI, ATF y policías estatales y locales tienen orden de tomar el caso con tranquilidad, a medida que pasan los días aumentan el pesimismo, la incertidumbre y el cansancio. Las acciones de presión paralelas al diálogo, como los cortes intermitentes de agua y luz, no han causado los efectos esperados".

El peor final posible

Noticia de la masacre de Waco publicada en HERALDO el 20 de abril de 1993
Noticia de la masacre de Waco publicada en HERALDO el 20 de abril de 1993
Archivo HERALDO

La tensión desencadena el fatal desenlace que HERALDO cuenta en su portada: "Holocausto en el rancho davidiano. Solo ocho [la cifra aumentó  posteriormente a nueve] de casi un centenar de miembros de la secta de los davidianos, cuyo rancho quedó totalmente destruido ayer por las llamas, han sobrevivido. Según fuentes del Departamento de Justicia de EE.UU, las ocho personas están bajo custodia policial. Serían siete hombres y una mujer. El jefe de la secta, David Koresh, no estaría entre ellos.

El rancho quedó totalmente arrasado por un incendio provocado, según la policía, por dos de los miembros de la secta, y al parecer se encuentran entre los ocho supervivientes. Según cálculos policiales, en el interior del rancho podrían encontrarse unas 95 personas, entre ellas 17 niños. La llegada de los bomberos no pudo evitar lo que puede ser considerado un suicidio colectivo.

El fuego se produjo después de que vehículos blindados del FBI abrieran boquetes en el cuartel general de Koresh, ayer por la mañana, para introducir gases no letales a fin de forzar el final del sitio".

Tormenta política tras la tragedia

La actuación del FBI se califica sin tapujos de 'chapuza' en varios medios de comunicación estadounidenses. El 21 de abril, podemos leer: "El presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, culpó ayer al líder de la secta de los Davidianos de la tragedia de Waco, y anunció el inicio de una investigación sobre lo ocurrido, asumió "toda la responsabilidad" y descartó la dimisión de su fiscal general, Janet Reno, por los supuestos errores cometidos por el FBI, que ayer fue blanco de todas las críticas. La Policía busca mientras tanto en las cenizas del rancho restos de los cuerpos de los miembros de la secta.

Noticia de la masacre de Waco publicada en HERALDO el 4 de mayo de 1993
Noticia de la masacre de Waco publicada en HERALDO el 4 de mayo de 1993
Archivo HERALDO

Uno de los nueve supervivientes del incendio afirmó que fueron las autoridades las que comenzaron el fuego al alcanzar uno de sus vehículos blindados un depósito de gas".

El cuerpo sin vida de David Koresh es localizado dos semanas después, el 3 de mayo, con un orificio de bala en la frente, lo que despeja las dudas y los rumores que aseguraban que había conseguido escapar de la masacre.

De Waco a Oklahoma: la sombra davidiana es alargada

El 19 de abril de 1995, segundo aniversario de la masacre de Waco, una bomba explota en la sede del FBI en Oklahoma City, causando la muerte de 168 personas. Solo los atentados del 11-S contra las Torres Gemelas lo superaron desgraciadamente en número de víctimas. 

Aunque se pensó en un primer momento que se trataba de un atentado integrista, finalmente es detenido como autor del atentado un fanático ultraderechista estadounidense de 27 años, Timothy McVeigh

Noticia sobre el atentado de Oklahoma publicada en HERALDO el 23 de abril de 1995
Noticia sobre el atentado de Oklahoma publicada en HERALDO el 23 de abril de 1995
Archivo HERALDO

Según el FBI, McVeigh atentó contra el edificio federal como represalia por el asalto policial contra la secta de los Davidianos. Según gente cercana al detenido, se mostró muy indignado por el asalto policial, e incluso visitó Waco tras el fin del asedio. El 14 de agosto de 1997 McVeigh es sentenciado a muerte.

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