Italia ya cuenta con un nuevo Gobierno. Giorgia Meloni, ganadora de las elecciones celebradas hace poco menos de un mes al frente al bloque conservador, juró este sábado como primera ministra de Italia, la primera mujer en acceder al cargo en el país, en una solemne ceremonia celebrada en el Palacio del Quirinal de Roma en la que estuvo acompañada por su pareja, Andrea Giambruno, y por Ginevra, la hija de ambos, de 6 años de edad. Después del juramento de la líder del partido de extrema derecha Fratelli d'Italia (FdI, Hermanos de Italia), les tocó el turno al resto de miembros de su Gabinete, formado por 24 ministros, entre los que destacan los dos viceprimeros ministros: Antonio Tajani, expresidente del Parlamento Europeo y que se encarga de la cartera de Asuntos Exteriores, y Matteo Salvini, líder de la Liga, al frente del Ministerio de Infraestructuras. En una muestra de su afán por acaparar titulares, lo que puede provocarle más de un dolor de cabeza a Meloni, Salvini se apresuró a anunciar que piensa desempolvar el faraónico proyecto de unir la isla de Sicilia con el resto de Italia por medio de un puente.

Menos ambiciosa que su socio fue la nueva jefa del Ejecutivo italiano: comentó tras el juramento que se ponía a trabajar "de inmediato" para servir a Italia "con orgullo y responsabilidad". Además de afrontar la disparada inflación y la crisis energética, la primera gran 'patata caliente' para Meloni será la elaboración de los Presupuestos del año que viene. Tendrá unas pocas semanas para ello, ya que deberá presentarlos antes de que acabe el año ante las autoridades de la Unión Europea. Se beneficiará, eso sí, de una transición cómoda con el Ejecutivo anterior, liderado por Mario Draghi, cuyo equipo ha mostrado plena disponibilidad para colaborar con el nuevo Gobierno.

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Meloni y Draghi coincidirán este domingo en el Palacio Chigi, sede de la jefatura de Gobierno, en la tradicional ceremonia en la que el 'premier' saliente entrega a su sucesor la campanilla que se utiliza para dar inicio a los Consejos de Ministros. A continuación comenzará la primera reunión formal del Gabinete de Meloni, mientras que será ya la próxima semana cuando se someta a la necesaria votación de investidura en el Parlamento, donde expondrá cuáles serán las prioridades políticas de su agenda a desarrollar durante los cinco años de legislatura, siempre eso sí que consiga apurarla.

Apoyo a Kiev

Resulta significativo el primer gesto realizado por Tajani tras su juramento como responsable de la diplomacia italiana: anunció que llamaba por teléfono a su homólogo ucraniano para garantizarle que Roma mantendrá su apoyo a Kiev frente a la agresión militar ordenada por Moscú. Fue toda una declaración de intenciones del 'número dos' de Forza Italia después de que el líder de su partido, Silvio Berlusconi, se viera envuelto en una agria polémica durante toda la semana por echar a Ucrania las culpas de la guerra y defender a su amigo el líder ruso, Vladímir Putin. El presidente ucraniano, Volódimir Zelenski, que ya había invitado a Meloni a visitar a Ucrania pocos días después de los comicios, se apresuró a felicitar al nuevo Gobierno mostrando su deseo de que se mantenga "una fructuosa cooperación para garantizar la paz y la prosperidad".

También el presidente estadounidense, Joe Biden, hizo referencia a la guerra en este país de Europa oriental en su mensaje a Meloni. "Estoy impaciente de seguir trabajando para hacer avanzar nuestro apoyo a Ucrania, pedir cuentas a Rusia por sus responsabilidades, garantizar el respeto de los derechos humanos y de los valores democráticos y construir un crecimiento económico sostenible", afirmó Biden en una nota publicada por la Casa Blanca.