EE. UU. alerta de un gran ataque en Ucrania

Washington pide a sus compatriotas que salgan del país ante un inminente asedio de Moscú por los seis meses de invasión.

Un tanque ruso en la región de Zaporya.
Un tanque ruso en la región de Zaporya.
Alexander Ermochenko

Cuando se cumplen exactamente este miércoles seis meses del inicio de la invasión rusa de Ucrania y 31 años de la declaración de independencia de Kiev sobre la URSS, Estados Unidos ha hecho sonar las alarmas con el aviso de que Moscú se prepara para lanzar una ofensiva sin precedentes

El Departamento de Estado, como ya hiciera el pasado octubre, cuando sus servicios de Inteligencia alertaron a Kiev de la guerra que estalló el pasado 24 de febrero, ha asegurado disponer de "informaciones" que probarían que Vladímir Putin ultima un plan para lanzar un gran ataque "contra la infraestructura civil e instalaciones gubernamentales de Ucrania en los próximos días".

Como prueba de la gravedad de lo que estaría por suceder, las autoridades de Washington instaron este martes a sus compatriotas a salir de inmediato del país a través de "los medios de transporte terrestre privados disponibles". Asimismo, con motivo de la doble conmemoración, ha pedido a sus ciudadanos que "permanezcan alerta" y tomen "medidas adecuadas para aumentar su seguridad". "Si está en una casa o un edificio, vaya al nivel más bajo de la estructura con la menor cantidad de paredes exteriores, ventanas y aberturas; cierre todas las puertas y siéntese cerca de una pared interior, lejos de ventanas o aberturas", reza una de las recomendaciones del Departamento de Estado al respecto de una inminente oleada de bombardeos.

Ucrania ha reforzado la seguridad en Kiev con motivo del aniversario de su independencia

Las Fuerzas Armadas de Ucrania, en previsión, han prohibido cualquier tipo de manifestación pública en Kiev entre los días 22 y 25 de agosto y en Járkov han ordenado un largo toque de queda. El presidente, Volodímir Zelenski, reconoció este martes que existe una clara amenaza de bombardeos contra Kiev, de donde las fuerzas rusas se replegaron a finales de marzo para concentrar sus operaciones en el este del territorio invadido. En cualquier caso, el mandatario avisó de que si se produce en las próximas horas un nuevo intento de tomar el control de la capital habrá una "respuesta poderosa".

Aunque Rusia guarda silencio sobre sus intenciones, todo apunta a que el Kremlin se prepara para mover ficha en el tablero de la guerra, en el que parece permanecer estancado desde hace semanas mientras en el sur las tropas de Kiev dicen efectuar una lenta contraofensiva. La prueba de que se preparan para entrar de nuevo en acción la obtuvo ya el pasado jueves el Ejército ucraniano al constatar que Moscú se encontraba concentrando misiles antiaéreos en las regiones ocupadas y en las fronterizas.

Con el peligro de un rebrote de las hostilidades más elevado que nunca, Kiev acogió este martes la segunda cumbre de la llamada Plataforma de Crimea, un formato que congrega a los principales Estados que apoyan a Kiev y que fue creado por éste antes de la guerra. En ese marco, el presidente francés, Emmanuel Macron, instó a no tener "ninguna debilidad" ante Putin. 

De igual modo, ante las tentativas de los responsables prorrusos en los territorios ocupados de convocar una consulta de adhesión a Moscú, como en Crimea en 2014, el canciller alemán, Olaf Scholz, dijo que "no será reconocido ningún simulacro de referéndum u otros intentos de modificar el estatuto de ciertas partes de Ucrania".

"Guerra de desgaste"

El primer ministro británico, Boris Johnson, y su homólogo canadiense, Justin Trudeau, prometieron, paralelamente, seguir adelante con las sanciones al Kremlin y la ayuda a Kiev "hasta que Rusia ponga fin a la guerra y retire sus tropas". En esa misma línea, incidió el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, al avisar de que la agresión de Moscú se está convirtiendo en una "guerra de desgaste" y ahora toca "sostener el apoyo" a Ucrania para que pueda sobrevivir como una "nación independiente y soberana".

Con ese objetivo en la mente, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ya avanzó el lunes sobre las intenciones de Bruselas de crear una nueva misión de entrenamiento militar "potente" para formar al Ejército de Kiev. Se trata, en realidad, de aunar los esfuerzos que por separado ya hacen varios Estados miembros. Polonia, en concreto, forma a pilotos ucranianos, y Países Bajos, Dinamarca y Finlandia participan en un programa liderado por el Reino Unido que tiene la capacidad de formar a 10.000 efectivos ucranianos cada 120 días.

En otra muestra de apoyo, este martes arribó a Kiev el presidente polaco, Andrzej Duda, para reunirse con Zelenski. Varsovia, que ha sido uno de los mayores apoyos de Ucrania en la UE y uno de los mayores críticos de Putin, aboga por la adopción de nuevas "medidas restrictivas decisivas" que sirvan para frenar las ambiciones expansionistas de Rusia.

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