crisis de ucrania

¿Qué puede ocurrir en Europa con el cierre del gasoducto Nord-Stream 2?

Alemania sostiene que puede salir adelante con el suministro de gas desde Rusia reducido a cero. Esta infraestructura iba a ser un eje energético clave para el abastecimiento gasista germano.

FILE PHOTO: The logo of the Nord Stream 2 gas pipeline project on a pipe at Chelyabinsk pipe rolling plant in Chelyabinsk
Logo del gasoducto Nord Stream 2.
Maxim Shemetov

El Gobierno de Alemania ha defendido que el país puede salir adelante con el suministro de gas desde Rusia reducido a cero y ha avanzado que, si lo precios se disparan, estudiará ayudas para que los consumidores no asuman los costes del actual pulso geopolítico en torno a Ucrania.

El ministro de Economía, Robert Habeck, de Los Verdes, ha defendido de esta forma la suspensión de la certificación del gasoducto 'Nord Stream 2', una megaestructura destinada a llevar gas desde las reservas rusas a través del mar Báltico.

El Nord-Stream 1 entró en funcionamiento en 2011, suministra un 40% del gas que consumen los germanos y está controlado en un 51% por el gigante ruso Gazprom. Nord-Stream 2 es de propiedad rusa y topó desde el principio con las críticas tanto de algunos socios europeos como de EE UU, que llegaron a amenazarlo con sanciones.

Catar fue escenario de la VI Cumbre de Países Exportadores de Gas. Once países, entre ellos Rusia, se dieron cita en Doha para concluir que "ningún otro país tiene capacidad para sustituir el suministro de gas ruso a Europa con gas natural licuado (GNL) en caso de una interrupción por un conflicto", en palabras del ministro de Energía catarí, Saad al-Kaabi.

Alemania ha decidido, en mitad la escalada militar en Ucrania, suspender la aprobación del certificado del gasoducto Nord Stream 2 operado por la compañía rusa Gazprom. Esta infraestructura, que estaba a punto de comenzar a funcionar, iba a ser un eje energético clave para el abastecimiento gasista germano. "Sin esta certificación, Nord Stream no puede entrar en funcionamiento", ha dicho este martes el canciller Olaf Scholz.

Los alemanes, con una economía supeditada fuertemente a este combustible fósil, consumen un 55% de gas de origen ruso y esta infraestructura era clave para abaratar costes y garantizar el suministro estable, puesto que hasta la fecha se estaban nutriendo del Nord Stream I cuyas tuberías pasaban previamente por Ucrania, algo que con este proyecto se evitaba con un importante ahorro.

El canciller, Olaf Scholz, anunció el miércoles la paralización del proceso administrativo ante la escalada de tensiones en Ucrania, en particular tras el reconocimiento por parte de Rusia de la independencia de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk.

Habeck ha zanjado con un "sí" la posibilidad de que Alemania pueda seguir operando en términos energéticos a espaldas de Rusia, a pesar de que también ha admitido, en declaraciones a la emisora Deutschlandfunk, que podría terminar repercutiendo en los precios para hogares y empresas.

"Casi no podemos intervenir en el mercado mundial de precios de gas o petróleo", ha señalado Habeck, que ha sugerido en cambio una potencial abolición de la tasa que se aplica a los consumidores para sufragar los costes de la transición hacia fuentes energéticas más limpias.

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