Miles de georgianos han proestado este domingo en la capital, Tíflis, contra el resultado de las elecciones presidenciales que el candidato derrotado, Grigol Vashadze, ha prometido disputar en los tribunales, tras describirlas como una "farsa criminal" a mayor gloria de la ganadora, Salome Zurabishvili.

"No reconocemos los resultados ilegítimos de esta elección amañada y exigimos que se convoquen elecciones parlamentarias anticipadas en el país", ha declarado Vashadze a miles de simpatizantes al final de la marcha.

Se espera que Zurabishvili se convierta en la primera jefa de estado del país, aunque el papel es en gran parte ceremonial.

Vashadze, por su parte, ha manifestado que la oposición planeaba impugnar los resultados de las elecciones en los tribunales y se ofrecería trabajar con el gobierno para hacer cambios en el código electoral, seguido de elecciones parlamentarias.

Los observadores internacionales, en su evaluación de la elección, dijeron el jueves que la votación fue competitiva, pero el partido gobernante había disfrutado de una "ventaja indebida" y un mayor uso indebido de los recursos administrativos que "empañó aún más la línea entre el partido y el estado".

Vashadze ha avisado de que si el Gobierno rechaza las demandas de la oposición, se realizará otra protesta pacífica el 16 de diciembre, el día de la toma de posesión de la presidenta electa.

Los analistas políticos dicen que no esperan que el resultado de la elección genere ningún malestar grave en Georgia, un aliado de los Estados Unidos en la región del Cáucaso, dado que tanto Zurabishvili como Vashadze favorecen los lazos fuertes con Occidente.