Un empresario y su familia, en prisión por la tortura y asesinato de un futbolista en Brasil

Se trata de Edison Brittes, su mujer y su hija. Se les acusa de la muerte de Daniel Correa Freitas, cuyo cadáver apareció con el cuello cortado y sin genitales. Al parecer fue pillado en la cama con la mujer del empresario y esta le acusó de intento de violación.

Daniel Correa Freitas
Un empresario y su familia, en prisión por la tortura y asesinato de un futbolista en Brasil
Efe

La policía presentará cargos por homicidio calificado y coacción de testigos contra la familia implicada en el asesinato del centrocampista brasileño Daniel Correa Freitas, propiedad del Sao Paulo, informaron fuentes oficiales.

El empresario Edison Brittes Júnior, sospechoso de asesinar al futbolista, la esposa de este y la hija de ambos, de 18 años, deberán responder por los cargos después de que las autoridades reconstruyeran lo ocurrido la noche de la muerte de Correa en la localidad de Sao José dos Pinhais.

Así lo explicó este martes en una rueda de prensa el comisario de la Policía Civil de dicha localidad, Amadeu Trevisan, quien dijo tener "seguridad" de que la familia Brittes "mintió" en la declaración ofrecida a la policía.

"Ellos comenzaron mintiendo, inventaron una historia, cambiaron la versión, la modificaron, con coacción de testimonios", señaló Trevisan.

Correa, que jugaba en calidad de cedido en el club Sao Bento, de la segunda división brasileña, llegó el pasado viernes 26 de octubre a Curitiba, ciudad próxima de Sao José dos Pinhais, para asistir a la fiesta de cumpleaños de la joven Allana Brittes, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada.

Concluida la celebración, el futbolista y otra decena de personas, incluidos la familia Brittes, fueron a la residencia de estos últimos en Sao José dos Pinhais.

En la cama con la mujer de Brittes

De acuerdo con las investigaciones, el futbolista, de 24 años, habría sido sorprendido en la cama con la mujer de Brittes, principal sospechoso, motivo por el cual recibió una paliza, para posteriormente ser trasladado en el maletero de un coche a un local cercano donde fue cometido el crimen.

La mujer de Brittes alegó ante las autoridades que había sufrido un intento de violación por parte del jugador, una versión que fue corroborada por Edison Brittes en un vídeo divulgado a medios locales.

"La puerta estaba cerrada, él había entrado en la habitación, se había quitado la ropa y cerrado la puerta. Yo tiré la puerta y él estaba encima de mi esposa, que gritaba socorro", contó Brittes, quien dijo haber actuado en nombre "de todas las mujeres de Brasil".

Según las autoridades, el jugador recibió una paliza dentro de la casa donde se encontraban, después sufrió un profundo corte en el cuello y sus órganos genitales fueron extirpados cuando todavía estaba vivo, aunque inconsciente.

"Daniel, según testigos, se movía y estaba vivo", resaltó Trevisan, encargado del caso.

El comisario explicó que, según los análisis toxicológicos, Correa estaba "bastante ebrio", pero no drogado, y "totalmente indefenso" cuando fue "dominado" por cuatro personas, entre ellas Edson Brittes, quien se encuentra en prisión, al igual que su esposa y su hija.

Tras lo sucedido, los tres miembros de la familia se reunieron con varios testigos en un centro comercial y, bajo amenazas, les pidieron a todos contar la misma versión.

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