Primer examen para Trump

Tras dos años de legislatura de la presidencia de Trump, las elecciones legislativas se enmarcan en una profunda división del país.

El presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump.
El presidente estadounidense, Donald Trump.
Efe

Convencido de lo mucho que se juega en las elecciones legislativas de este martes, el presidente Donald Trump ha intensificado en los últimos días su presencia en la campaña electoral. Los sondeos apuntan a una cierta remontada de los demócratas, que podrían hacerse con el control de la Cámara de Representantes, aunque sin llegar a recuperar el Senado, donde sus opciones son mucho más débiles. La tensión y el enfrentamiento electoral en este punto del mandato reflejan la división en la que se encuentra inmerso Estados Unidos.

Recortes de impuestos y mayores aranceles comerciales, estas son las principales recetas aplicadas por el polémico presidente Trump en estos dos primeros años de legislatura. Una particular mezcla que ha abierto el enfrentamiento comercial con China, Canadá, la Unión Europea y México y que en clave doméstica ha garantizado una crecimiento de la economía cifrado en el tres por ciento. La visión que posee el resto del mundo respecto a Trump no encaja con la mirada de muchos estadounidenses, que aún, y pese a sus estrafalarias declaraciones y a los diferentes escándalos que le salpican a diario, continúan prestándole su apoyo. Aunque la cita electoral de este martes cobra para los demócratas una importancia significativa, de hecho la movilización política es claramente inusual y se ve reflejada en la implicación del expresidente Barack Obama, las encuestas no hablan de un descalabro y, ni mucho menos, de un retroceso en el Senado. Trump, que entiende que su política debe mantenerse alejada de las alianzas tradicionales –un hecho que ha generado un enfriamiento de la economía mundial y ha otorgado al China un papel protagonista inédito hasta la fecha y reflejado en la primera Expo Internacional de Exportaciones de Shanghái donde se encuentra el presidente aragonés Javier Lambán– mantiene una mirada egoísta que se apoya en el cortoplacismo y que no garantiza ningún equilibrio internacional.