Francia sustituirá las penas de menos de 6 meses para evitar la prisión

El Gobierno francés aprobó hoy un plan penitenciario que prevé, entre otras cosas, la sustitución de las penas de prisión por otras alternativas como el control con brazalete electrónico o con trabajos de interés general, lo que debe contribuir a reducir la excesiva ocupación de las cárceles.

Con este nuevo plan, presentado en el Consejo de Ministros, se espera disminuir el número de internos en unos 8.000 entre 2018 y 2022, explicó en un informe de prensa el departamento de Justicia.

Actualmente, hay más de 70.000 detenidos en las cárceles francesas, que teóricamente tienen solo 60.000 plazas, y un 12,2 % de ellos han sido condenados a penas de menos de seis meses.

La ministra francesa de Justicia, Nicole Belloubet, insistió en que la idea no es desatascar las prisiones, sino que las condenas sean eficaces porque llevando a la cárcel a personas con penas cortas "hay riesgo de desocialización".

Lo ilustró explicando que para algunos condenados por delitos de tráfico, en lugar de entrar en la cárcel, se les podría obligar a realizar trabajos de interés general en un hospital.

Belloubet hizo hincapié en que algunos condenados a penas inferiores a los seis meses vayan a tener que seguir cumpliéndolas en las cárceles cuando no haya "alternativa".

Para los que sean sentenciados a entre seis meses y un año, el juez podrá dictar una pena de semi-libertad o la prisión. Será obligatorio el ingreso en la cárcel para penas superiores a un año.

El Ejecutivo indicó que durante el actual mandato del presidente, Emmanuel Macron (2017-2022), se construirán nuevas cárceles, de forma que el número de plazas se incrementará en 7.000, para lo que se invertirán más de 1.700 millones de euros.

Está previsto que el presupuesto del Ministerio de Justicia suba en un 25 % durante el quinquenio de Macron, con un alza que el año próximo estará en torno al 4 %, según Belloubet.