Venezuela, al borde del abismo

La incompetencia económica del régimen de Madura está provocando una catástrofe en Venezuela.

El bolívar soberano, la nueva moneda con la que Maduro intenta contener la hiperinflación.
El bolívar soberano, la nueva moneda con la que Maduro intenta contener la hiperinflación.
Miguel Gutiérrez / Efe

Con una inflación que se aproxima al un millón por ciento, Venezuela se encuentra al borde de una catástrofe económica que puede tener muy graves consecuencias sociales y humanitarias. Bajo Maduro, el régimen chavista ha acentuado su deriva autoritaria y, al tiempo, muestra cada vez con mayor claridad su incompetencia económica. Solo un cambio político, que debiera ser pacífico, podría empezar a corregir una situación que se ha tornado caótica.

Durante los años de Chávez, el régimen venezolano se sirvió de los altos precios del petróleo para crear una red clientelar que asentase su poder. El río de dólares que llegaba se puso al servicio de objetivos políticos espurios y de intereses personales y no del desarrollo del país. Pero la caída de los precios del crudo dejó al descubierto la incompetencia del chavismo en materia económica y la situación se ha deteriorado cada vez más mientras Maduro acentuaba los rasgos dictatoriales del régimen para cortar las alas de la oposición. Por ese camino, Venezuela ha llegado al borde de un peligroso precipicio, si es que no ha caído ya en él de manera irreversible.

Una inflación del 1.000.000%, comparable a la que sumió en la catástrofe a la Alemania de entreguerras, tiene consecuencias disolventes en el funcionamiento de la economía. Los venezolanos llevan años padeciendo la escasez de productos de primera necesidad, una carencia que ahora puede acentuarse. Y las medidas que el régimen va improvisando distan mucho de ser las adecuadas para frenar el caos. La huida de numerosos ciudadanos por las fronteras evidencia la gravedad de los efectos sociales de esta crisis y anticipa un posible desastre humanitario que la comunidad internacional debiera tratar de prevenir. La descomposición del régimen es patente y solo tiene una salida, el relevo de Maduro y de su corte y la apertura de un cambio democrático que, con la necesaria ayuda internacional, restablezca la normalidad en el país.