El líder opositor cubano Ferrer queda libre y denuncia tortura "psicológica"

Ferrer ha estado encerrado por un supuesto atropello a un policía.

Daniel Ferrer.
El líder opositor cubano Ferrer queda libre y denuncia tortura "psicológica"
Reuters

El Gobierno de Cuba liberó este miércoles al opositor político José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), tras doce días en prisión acusado de intento de asesinato por el supuesto atropello a un policía, en un polémico caso que seguirá su curso en la Fiscalía.

"Me dijeron que la Fiscalía había ordenado un cambio de medida, de prisión provisional a libertad inmediata", expresó Ferrer en una entrevista telefónica dos horas después de reunirse con su pareja y sus hijos a la salida de la prisión en la que había sido recluido en la ciudad oriental Santiago de Cuba.

Tras su liberación las autoridades le comunicaron que "el proceso continuará, que la Fiscalía seguirá investigando y que más adelante me notificarán su decisión, si va a los tribunales o no", según el relato del disidente, cuyo caso ganó relevancia después de que Amnistía Internacional expresara preocupación y exigiera su libertad.

Ferrer fue detenido el pasado 3 de agosto junto a su chófer y colaborador Ebert Hidalgo tras un extraño incidente con un agente de la policía política cubana en la localidad de Palmarito de Cauto, en la provincia oriental de Santiago de Cuba.

El secretario ejecutivo de la Unpacu conducía, sin tener licencia de conducción aprobada, un automóvil con el que presuntamente impactó a un agente de la policía política.

El 10 de agosto la Fiscalía acusó a Ferrer de "asesinato en tentativa" al considerar que había colisionado intencionadamente contra el oficial causándole un "fuerte golpe" en un brazo, aunque el propio disidente niega esta versión y asegura que el policía se lanzó contra el vehículo para "fabricar" el incidente.

"Él se mete a la vía y me conmina a que pare, pero ya no hay tiempo. Trato de esquivarlo y girar hacia mi izquierda, pero él está metido y le roza", aseguró a Efe el disidente, que justificó haberse puesto al volante ese día para hacer prácticas de conducción con el objetivo de sacarse la licencia. El chófer fue liberado 72 horas antes que el líder de Unpacu, según indicó este miércoles otro miembro de la organización.

Ferrer atribuyó su encarcelamiento a un intento del Gobierno cubano de "silenciar" su campaña orientada a que los cubanos voten "no" al proyecto de la nueva Constitución del país.

Este proyecto, que busca sustituir la actual Carta Magna de 1976 por otra que refleje los cambios económicos y sociales de la última década, ya fue aprobado en el Parlamento, actualmente se encuentra en proceso de consulta popular hasta noviembre y después el texto se someterá a un referendo.

"Si esto de meterme preso busca que nos olvidemos de la campaña del no a la Constitución, no caeremos en esa trampa", expresó Ferrer, tras confirmar que Unpacu continúa publicando contenidos "contra la nueva Constitución y la actual" y a favor de un cambio de sistema político en la isla gobernada desde hace décadas por el Partido Comunista (PCC, único legal).

Sobre sus doce días en prisión, Ferrer denunció que han transcurrido "en condiciones bastante difíciles, pésimamente alimentado, calor insoportable, mosquitos abundantes, interrogatorios de madrugada y la amenaza de que iría por muchos años a prisión". "Es una tortura porque te meten en una cueva oscura sin condiciones, ardiendo y llena de mosquitos. Eso también es tortura física, no solo que te golpeen", aseveró Luis Enrique Ferrer, hermano del opositor.

José Daniel Ferrer García, de 48 años, fundó la Unpacu en 2011 tras su liberación con una licencia extrapenal como parte del "Grupo de los 75" disidentes condenados a largas penas durante la ola represiva en marzo de 2003, en su caso por ser uno de los promotores del Proyecto Varela, liderado por Oswaldo Payá.

El político, de 48 años, no ocultó su preocupación de ser detenido de nuevo y aseguró que se mantiene el delito de "asesinato en tentativa" en contra de un oficial de la policía política, que se suma a otros cargos acumulados "por su lucha en los últimos años". "Hubieran continuando torturándome. Nos maltratan y humillan de mil formas. Como delincuentes comunes sin agua potable y con los interrogatorios constantes a los que me sometieron. Fue una tortura psicológica", aseguró Ferrer.

El Gobierno cubano, por su parte, considera a los disidentes "contrarrevolucionarios" y "mercenarios" y no registra oficialmente a ningún preso político en sus cárceles.

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