Los 40 migrantes rescatados a bordo del barco petrolero 'Sarost 5', bloqueado desde hace dos semanas frente al puerto de Zarzis (Túnez) a la espera de recibir la autorización para atracar, serán evacuados y transferidos este miércoles a un centro de acogida de la Media Luna Roja, tras permanecer 21 días en alta mar.

El centro de la ONG, situado en la ciudad de Medenine (a 60 kilómetros de Zarzis), se hará cargo de los gastos de manutención y alojamiento durante los dos próximos meses y ofrecerá asistencia legal a los migrantes, a los que se informará de las diferentes opciones de las que disponen: el regreso voluntario, la demanda de asilo y la posibilidad de permanecer en el país para trabajar.

El pasado sábado, el primer ministro tunecino, Youssef Chahed, anunció la acogida del barco "por razones humanitarias", aunque la tripulación aseguró haberse enterado de la decisión "por televisión" y no haber recibido ninguna comunicación oficial desde entonces.

Por su parte, la Media Luna Roja se felicitó por la decisión, aunque la calificó de "tardía" y acusó al Gobierno de haber dañado la imagen del país.

Asimismo, recordó que la organización humanitaria pidió permiso en varias ocasiones, sin éxito, para evacuar urgentemente a las dos mujeres embarazadas, de dos y cinco meses, ante el riesgo de un aborto, y de una tercera persona que sufre de una hernia de hiato.

Según las cifras aportadas por una fuente de la multinacional Shell, responsable del petrolero tunecino, la estimación de las pérdidas económicas durante los 16 días que el barco permaneció bloqueado por las autoridades tunecinas supera los 152.000 dólares.

En el remolcador de 60 metros de largo por 16 de ancho, convertido en un improvisado centro humanitario, 54 personas se vieron obligadas a convivir pese a la falta de espacio, la escasez de comida y agua, las inclemencias del mar, las altas temperaturas y el riesgo de contagio de algunas enfermedades que sufren los migrantes.

El pasado 14 de julio, la plataforma marítima petrolera Miskar, de la compañía British Gaz, localizó en aguas internacionales una embarcación averiada a la deriva tras partir de la costa libia para tratar de cruzar el Mediterráneo con 40 migrantes que llevaban ya cinco días en alta mar.

El buque de aprovisionamiento se hizo cargo del rescate y partió hacia Sfax -a 75 millas- siguiendo las órdenes de las autoridades tunecinas, pero una vez llegado a puerto fue remitido a Zarzis -a 76 millas de distancia- y finalmente rechazado a la espera de "indicaciones".

Los rescatados tienen entre 17 y 36 años y son originarios de Egipto, Bangladesh, Camerún, Senegal, Guinea, Costa de Marfil, Sierra Leona y Ambazonia (región independentista de Camerún).

Según varias ONG locales, que lanzaron un llamamiento para que el gobierno acogiera el barco, Túnez teme convertirse en "puerto seguro", lo que sentaría un precedente y podría consolidar la iniciativa europea de crear "plataformas regionales de desembarco" fuera del territorio comunitario para clasificar a los migrantes.