Los Obispos de Chile ponen sus cargos a disposición del Papa por los casos de abusos sexuales

En una declaración, los obispos chilenos, que agradecen al Papa Francisco "por su escucha de padre y su corrección fraterna", piden perdón "por el dolor causado a las víctimas, al Papa, al Pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones".

El Papa se reunió con obispos chilenos para abordar los casos de abusos.
El Papa se reunió con obispos chilenos para abordar los casos de abusos.
Efe

Los obispos de la Conferencia Episcopal de Chile han puesto sus cargos a disposición del Papa Francisco después de los tres días de encuentros mantenidos en Roma con el Pontífice para analizar la grave crisis que arrastra la Iglesia chilena por los abusos sexuales acaecidos en su seno.

Mientras el Santo Padre no tome una determinación, cada uno de los obispos miembros de la Conferencia Episcopal de Chile continuará en sus trabajos pastorales y en plenas funciones.

La declaración, firmada por Monseñor Fernando Ramos, Obispo Auxiliar de Santiago y Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile, se produce tras el último encuentro con el Papa Francisco, que tuvo lugar en la tarde del jueves.

En dicho encuentro, el Pontífice les hizo entrega de una carta en la que les agradece que hayan acogido la invitación para que, "juntos, hiciéramos un discernimiento franco frente a los graves hechos que han dañado la comunión eclesial y debilitado el trabajo de la Iglesia de Chile en los últimos años".

El Santo Padre señala además que, a la luz de estos "acontecimientos dolorosos respecto a los abusos -de menores, de poder y de conciencia-" en este encuentro han profundizado en la gravedad de los mismos así como en las "trágicas consecuencias que han tenido particularmente para las víctimas". "A algunas de ellas yo mismo les he pedido perdón de corazón, al cual ustedes se han unido en una sola voluntad y con el firme propósito de reparar los daños causados", añade el Pontífice.

En su carta, Bergoglio agradece a los obispos chilenos la "plena disponibilidad" que cada uno ha manifestado para adherir y colaborar en todos aquellos cambios y resoluciones que habrá que implementar en el corto, mediano y largo plazo, "necesarias para restablecer la justicia y la comunión eclesial".

"Después de estos días de oración y reflexión los envío a seguir construyendo una Iglesia profética, que sabe poner en el centro lo importante: el servicio a su Señor en el hambriento, en el preso, en el migrante, en el abusado", concluye Francisco.

Perdón por el daño causado a las víctimas

Después de tres días de encuentros con el Papa, los Obispos de Chile han anunciado que han puesto sus cargos a disposición del Pontífice "para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros", señala la declaración.

Los obispos chilenos, que agradecen al Papa Francisco "por su escucha de padre y su corrección fraterna", quieren pedir perdón "por el dolor causado a las víctimas, al Papa, al Pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones".

Al respecto, dan "gracias" a las víctimas "por su perseverancia y su valentía, a pesar de las enormes dificultades personales, espirituales, sociales y familiares que han debido afrontar, tantas veces en medio de la incomprensión y los ataques de la propia comunidad eclesial", señala la declaración, consultada por OTR/PRESS. "Una vez más imploramos su perdón y su ayuda para seguir avanzando en el camino de la curación y cicatrización de las heridas", añaden.

La declaración concluye destacando que estos días de diálogo han sido "un hito dentro de un proceso de cambio profundo", conducido por el Papa Francisco. En comunión con él -dice- quieren restablecer la justicia y contribuir a la reparación del daño causado, "para reimpulsar la misión profética de la Iglesia en Chile, cuyo centro siempre debió estar en Cristo".

Vergüenza y dolor

Según ha expuesto Monseñor Fernando Ramos, a estos encuentros con el Papa, los obispos chilenos llegaron "con dolor y vergüenza". En la primera reunión, celebrada el martes, Francisco les leyó un documento en el que expresaba sus conclusiones y reflexiones en torno al informe de monseñor Scicluna por su visita a Chile.

El texto del Papa indica "con claridad" una serie de hechos "absolutamente reprobables" que han ocurrido en la Iglesia Chilena en relación a los "inaceptables abusos de poder, de conciencia y sexuales", y que han llevado a que haya disminuido "el vigor profético que la caracterizaba", señalan los obispos.

En las siguientes tres reuniones, cada obispo pudo expresar su reacción, opinión y visión, sobre lo señalado por el Papa.

En este contexto de "diálogo y discernimiento", se fueron presentando varias sugerencias de medidas a adoptar para enfrentar esta "gran crisis", y fue madurando la idea de que, "para estar en mayor sintonía con la voluntad del Santo Padre", era conveniente declarar la "más absoluta disponibilidad" para poner los cargos pastorales en las manos del Papa.

"De esta forma, podíamos hacer un gesto colegial y solidario, para asumir -no sin dolor- los graves hechos ocurridos y para que el Santo Padre pudiera, libremente, disponer de todos nosotros", señala Monseñor Fernando Ramos.

Fue así que por escrito, han manifestado esta disponibilidad, poniendo los cargos a disposición del Papa. "Así él podrá, en las siguientes semanas, decidir si acepta o rechaza lo que hemos señalado", explica el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile.

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